Caixabank ya saborea la opa sobre BPI
Portugal abrirá el periodo de aceptación de la oferta en los próximos días, lo que dará fin al calvario del banco español en el país luso
Caixabank ya toca con la yema de los dedos el fin de su calvario en Portugal. Tras más de un año de batalla, la opa sobre BPI es inminente. El banco luso salvó la semana pasada los últimos escollos y ahora sólo está pendiente de que la CMVM (el equivalente portugués a la CNMV) dé el pistoletazo de salida a la opa, algo que se espera para esta misma semana.
BPI cerró el 5 de enero la venta de un 2% de Banco de Fomento de Angola (BFA), último trámite que quedaba para que Caixabank pueda formalizar la oferta sobre el 54,5% de BPI que no controla. Si no hay sorpresa, en forma de alguna petición de aclaración por parte de la CMVM, este largo proceso se acerca a su fin.
Se espera para finales de esta semana, o la que viene a mucho tardar, que el regulador financiero portugués abra el periodo de aceptación de la opa de Caixabank sobre BPI, a 1,134 euros la acción. La duración de dicho periodo, aún por determinar, estará entre las dos y las cuatro semanas, según explicaron fuentes financieras.
No sé prevé que haya más demoras, puesto que se trata de una opa que lleva en la mesa de la CMVM desde abril, aunque se modificó el 21 de septiembre, cuando se subió la oferta tras el levantamiento de los límites de voto.
BPI cotizó este lunes alrededor de los 1,13 euros por acción, ligeramente por debajo del precio de la oferta de Caixabank. El precio no se prevé que sea un problema, ya que el banco presidido por Jordi Gual necesita que acepte menos del 5% del capital social para superar el 50% de participación.
De los límites de voto a Angola
Después de meses de batallas entre los dos principales accionistas (Caixabank e Isabel Dos Santos), el banco español consiguió en septiembre levantar los límites de voto, lo que le situaban más cerca del éxito. Pero quedaba un escollo importante: Angola.
BPI era el principal accionista de BFA, con algo más del 50% del capital. El resto era propiedad de Unitel, sociedad controlada por la familia Dos Santos, también accionista de BPI. Por mandato del Banco Central Europeo (BCE), el banco portugués debía reducir su exposición en Angola, pero las malas relaciones entre Caixabank y Dos Santos lo impedían. No obstante, la opa del banco español sobre el luso, el levantamiento de los vetos y las posibles multas del BCE forzaron el entendimiento entre ambas partes.
La solución se pactó a finales de 2016, pero se cerró hace cinco días: BPI vendió el 2% de BFA a Unitel. Con la venta de este paquete minoritario, la entidad portuguesa deja de tener la mayoría en la angoleña, por lo que deja de consolidarla en sus balances y, por consiguiente, reduce su exposición hasta niveles aceptables para el BCE.
Asimismo, Fernando Ulrich, presidente de BPI, cesó como presidente del consejo de administración de BFA. Además, el banco portugués cobró los últimos dividendos del angoleño: 66,1 millones de euros, correspondientes al ejercicio 2015 y una parte pendiente de 2014.