La banca advierte a Sánchez: cerrarán empresas si no prolonga los ERTE
El sector ve en los préstamos del ICO una forma de "rescate" y adelanta que mantener las ayudas a las empresas será clave en una reapertura gradual
«Con esto vamos a perder dinero». Así de tajante se mostraba este jueves Gonzalo Gortázar, consejero delegado de Caixabank, cuando señalaba las consecuencias que tendrá para el sector y para el país la crisis del coronavirus.
Las entidades financieras entienden que las medidas de apoyo financieras al sector empresarial vehiculadas a través de los préstamos ICO son un «rescate» para la actividad y temen que si medidas como los ERTE no se prorrogan y se flexibilizan hasta que se recupere la actividad total, la mortalidad empresarial aumente y con ella el desempleo y la morosidad, prolongando la crisis a largo plazo.
Desde José Antonio Álvarez, consejero delegado del Banco Santander, hasta Jaime Guardiola, su homólogo en Banco Sabadell, han pedido al gobierno que asegure medidas de apoyo al empleo. José Sevilla, consejero delegado de Bankia, abogó por una flexibilización de los ERTE, de manera que las empresas que se vayan poniendo en marcha de forma gradual puedan ir recuperando trabajadores a medida que su actividad se reinicia al completo. En principio, estos programas finalizarían con el estado de alarma, pero dado que la apertura se producirá de forma gradual, si se tiene en cuenta el modelo de desescalada, la flexibilización o las prolongaciones de los expedientes de regulación temporal de empleo son más necesarios.
Sectores como el turístico, con un peso muy relevante en nuestro PIB, y para para el que Caixabank apuntó este jueves que sería recomendable pactar un plan de recuperación específico, podría tardar más tiempo en reactivarse al completo; por lo que también requerían de medidas de empleo más específicas.
La banca conoce bien los efectos que el elevado desempleo tiene en la morosidad y teme que sin la prolongación de los ERTE algunas compañías opten por despidos. La conversión de trabajadores temporalmente en desempleo en parados tendría efectos mucho más negativos en la economía y provocaría que la recuperación de los niveles económicos previos a la pandemia más lenta.
Por el momento ya se ha descartado una salida de la crisis con una V perfecta, de manera que hasta 2021 no se alcanzaría el PIB de 2019. En el caso del empleo, y sin tener en cuenta más contratiempos, igualar la tasa de paro previa puede costar dos años más.
«Mirando hacia delante es importante que a corto plazo apoyemos a las empresas para preservar el empleo tanto en el caso de los autónomos, como las pymes, como de las grandes empresas», apuntó Carlos Torres, presidente de BBVA. «Es clave evitar la mortandad empresarial, dado que es una crisis acotada en el tiempo, y así cuando salgamos tendremos al tejido productivo y disponible para reactivar la actividad», ha instado.
Las entidades no esperan que este año se produzca un fuerte ascenso de la morosidad –Caixabank pronosticó que en su caso del 3,6% podría irse a un nivel intermedio entre el 4 y el 5% este ejercio-, pero gracias a que se están poniendo medidas que retrasan la morosidad. Por una parte, el sector está facilitando moratorias en los créditos hipotecarios y en los de consumo. Por el otro, los préstamos ICO se están concediendo a largo plazo con un periodo de un año de carencia, por lo que no saltarán al nivel de impago rápidamente.
Por el momento, y a pesar de que no se espera que este año la morosidad bancaria se convierta en un problema, las entidades no han querido dejar pasar tiempo a la hora de reforzarse. En conjunto, la banca del IBEX ha realizado provisiones por 3.878 millones para cubrirse ante futuras pérdidas por la pandemia de la Covid-19 y también ante el incremento de la cartera de crédito. El Banco Central Europeo (BCE) podría aprobar ciertos cambios en la contabilidad de activos que suavizaran este efecto.
¿Y estudiar ayudas directas?
Jaime Guardiola, sin embargo, recordó un colectivo de empresas que sí le preocupan, que son las empresas especialmente pequeñas que pueden optar en este contexto por echar el cierre en vez de continuar. «Son empresas que no están pidiendo los préstamos ICO, porque quizá ven incertidumbres o no quieren endeudarse», señaló. Por la estructura empresarial de España estas compañías son básicas para la creación de empleo.
En este caso, una de las medidas que se podrían añadir, serían ayudas públicas directas, como se han aprobado en otros países.