La crisis en Cataluña empuja a Caixabank y al Sabadell al abismo bursátil
Caixabank y el Sabadell pierden más del 6% de su valor en una jornada de desplome bursátil generalizado. El IBEX se deja los 10.000 puntos
La crisis en Cataluña impregna a la bolsa española de pesimismo en su peor jornada del último año (IBEX 35, -2,5%). Son precisamente los dos grandes bancos catalanes los que lideran este desplome generalizado. Caixabank se deja cerca del 7% a media sesión y el Sabadell en torno al 6,5%. El resto de la gran banca española (BBVA, Bankia, Santander) cae más de un 3% y llevan al selectivo español por debajo de los 10.000 puntos por primera vez desde marzo.
De nada ha servido, al menos por el momento, los comunicados emitidos este martes por Caixabank y Banc Sabadell en relación a la situación política en Cataluña: están dispuestos a irse de Cataluña. Tampoco las palabras del ministro de economía, Luis de Guindos, quien horas después aseguró a los clientes de estas entidades que no tienen “nada que temer”, como “bancos españoles y también europeos” que son.
En paralelo, la prima de riesgo española también sufre. El interés exigido al bono español escala por encima de los 130 puntos básicos, en máximos de siete meses.
La evolución a lo largo de la mañana del miércoles ha sido claramente negativa. Con caídas en el entorno del 2% una hora después de la apertura, el IBEX ha continuado el desplome hasta perder los 10.000 puntos a media sesión. Los inversores tiemblan ante las consecuencias de una hipotética declaración unilateral de independencia en Cataluña, que se debatirá este lunes, y las acciones para evitarlo por parte del Estado.
La prima de riesgo también sufre y escala por encima de los 130 puntos
La escalada de tensión vivió dos nuevos episodios este martes, con una huelga convocada contra las cargas policiales del 1 de octubre y el posterior mensaje del rey, quien llamó a “los legítimos poderes del Estado a asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones” catalanas y españolas. Llamamiento que, por ahora, no tranquiliza a los inversores: golpean con dureza al sector financiero del territorio.