Caixabank reserva 2.200 millones para el ERE y el cierre de oficinas
Gonzalo Gortázar evita adelantar cuántas personas se pueden ver afectadas por el plan de reducción de costes, que arrancaría a partir de marzo
Los trabajadores de Caixabank y Bankia tardarán un tiempo en conocer exactamente los planes de reestructuración del nuevo grupo. Gonzalo Gortázar, consejero delegado del banco, no ha querido adelantar la magnitud del ajuste en empleo y oficinas, pero será un plan relevante, ya que calcula que costará 2.200 millones de euros, que el banco pagará con el exceso de capital se genera la integración de ambos grupos. La entidad pronostica un recorte de costes anual muy significativo, que estima 770 millones por ejercicio a partir de 2023.
«Nos quedan seis meses para que esto empiece. El impacto en la plantilla es ahora cero», ha insistido el consejero delegado del nuevo banco, que ha retrasado hasta marzo los primeros ajustes y ha insistido en que se reunirá con los representantes de los trabajadores.
Sin pistas sobre cómo se llevará a cabo la reestructuración -los sindicados pelearán para que se primen las bajas voluntarias y las prejubilaciones- y los sindicatos ya han adelantado que buscarán que las medidas no sean traumáticas; que fue la base del último ERE aprobado por Caixabank el año pasado. «Tenemos que darnos tiempo. Lo que tienen que tener ahora los empleados es el foco sobre lo tenemos que hacer todos los días», ha apuntado Gortázar durante la rueda de prensa en el que se ha presentado la operación.
Los recursos aportados por Bankia, con un nivel de capital más elevado y casi 1.000 millones de exceso de reserva, es clave para financiar este proceso.
La fusión, ¿oportunidad para recuperar las ayudas públicas?
José Ignacio Goirigolzarri, presidente ejecutivo del nuevo banco, defendió que la operación está generando valor para recuperar la recupeación de las ayudas públicas. En este sentido, ha insistido en que la operación es muy atractiva para los accionistas de Bankia -el cual el más importante es el FROB, con un 62%-, que tendrá un consejero y el 16,1% de las nuevas acciones. «Gracias a la operación, Bankia ha subido un 40% y eso ya es generar valor para el contribuyente», ha insistido.
Asimismo, ha apuntado que a fusión es positiva para el contribuyente en la medida que es capaz de participar en una entidad más grande y fuerte. Respecto a la participación en el capital del FROB, «lo único que supone que el FROB esté en el accionariado es una mayor responsabilidad», ha apuntado Gonzalo Gortázar durante su intervención.
En este sentido, José Ignacio Goirigolzarri, ha apuntado que confía en que la permanencia del estado en el capital no influirá en la independencia del consejo -como ha sucedido cuando tenía una posición de control en Bankia-. Sobre la permanencia del FROB en el capital, ha suavizado la posibilidad de que salga rápido del capital si lo que se busca es optimizar la inversión y ha recordado que el compromiso de venta en diciembre de 2021 no es «una imposición europea, sino una ley española».
Goirigolzarri ha reconocido que ha resultado muy fácil pactar el reparto de responsabilidades con Gonzalo Gortázar, pero ha insistido en que el consejero delegado será el que tenga todas las funciones ejecutivas del comité de dirección. También ha desvelado que José Sevilla permanecerá en el grupo.