Caixabank, BBVA o Banc Sabadell se adelantan a la subida de tipos
Cuatro de las seis entidades financieras del IBEX acuden al mercado con emisiones ante un probable encarecimiento de la financiación
No puede ser casualidad que el pasado miércoles, 8 de enero, se batiera el récord histórico de emisiones de deuda privada en el mercado del euro. Nada menos que 31.000 millones de euros fueron ofertados por diferentes bancos y empresas, en una jornada enloquecida según reconocieron los intermediarios, que tuvo su continuidad el jueves y el viernes.
Cuatro bancos españoles, los más grandes por volumen de activos manejados, realizaron cinco emisiones de diferentes tipos de deuda, por un importe total de 5.050 millones de euros. Esta acumulación de emisiones es interpretada por los analistas como un síntoma de que las condiciones de financiación pueden empezar a encarecerse y acabar con unos tipos de interés muy bajos, cuando no negativos, que han perjudicado el negocio tradicional de la banca en los últimos cuatro ejercicios.
En los primeros días de cada año suele ser tradicional que los mercados estén más animados que de costumbre, algo más irracionales si cabe, pero no tanto como para que BBVA, por ejemplo, haya realizados dos emisiones casi seguidas: una el martes y otra el viernes. Entre medias, el jueves, Caixabank, Banco Santander y Banc Sabadell probaron fortuna también con muy buena aceptación por parte de los inversores.
Las condiciones de financiación pueden encarecerse próximamente
El hecho de que en un solo día lo inversores fueran capaces de absorber un volumen de 31.000 millones de euros el más mínimo síntoma de agotamiento es un claro signo de que las condiciones de financiación pueden encarecerse en los próximos meses. Por eso han aprovechado las actuales condiciones y el apetito de los inversores para asegurarse un dinero barato, que puede estar agotándose a tenor de lo que comentan los analistas. Darío García, de XTB, está convencido de que “el actual tipo de interés al que se han colocado las emisiones de los cuatro bancos va a ser más bajo que a finales de año o al año próximo”.
El mercado “está descontando que las condiciones financieras pueden ser peores”. Por eso, el martes, BBVA estrenó las emisiones de deuda de una empresas española en 2020 con una colocación de 1.250 millones de euros en deuda senior no preferente a siete años, que solo pudo satisfacer la mitad de la demanda solicitada. Tres días después, la entidad que preside Carlos Torres repitió suerte, esta vez con una segunda emisión, esta vez de deuda subordinada Tier 2, a un plazo de diez años.
El detonante de estas expectativas de cambio de rumbo futuro de la política monetaria del BCE está en la reunión del pasado mes de diciembre de la Reserva Federal de EE UU. En su última reunión, el Banco Central de Estados Unidos no solo puso fin a tres recortes consecutivos del precio oficial del dinero, manteniendo el tipo de interés entre el 1,5% y el 1,75% contra todo pronóstico, sino que adelantó que no habrá nuevas bajadas en el presente año. La FED es siempre más proclive a las subidas, aunque no se espera ninguna hasta 2021. Mucho tendrían que empeorar las cosas al otro lado del Atlántico.
Las participaciones colocadas por el Banco Santander
Banco Santander llevó a cabo una colocación de “participaciones preferentes contingentemente convertibles en acciones” de nueva emisión por un importe nominal de 1.500 millones de euros, dirigida únicamente a inversores profesionales. Al mismo tiempo, el banco presidido por Ana Botín declaró su intención de proceder a la amortización de la totalidad de la emisión de “cocos” realizada en 2014 que no recompró el pasado año, sembrando de dudas un mercado global de este tipo instrumentos financieros de 125.000 millones de euros.
Para los expertos, la deuda emitida a través de bonos tiene un impacto más estable en los estados contables de las entidades financieras que cualquier tipo de préstamo/crédito. El objetivo más inmediato de los bancos en España no es otro que abaratar al límite los costes de financiación. Los ingresos siguen estando muy restringidos por el margen de intereses. Para los inversores, es mejor un bono con un cupón 1,5%-2% que cualquier emisión de renta fija. Y los inversores españoles son, generalmente, bastante conservadores.
El detonante de estas expectativas futuras está en la reunión del pasado mes de diciembre de la Reserva Federal de EE.UU.
Caixabank utilizó el formato de “deuda senior preferente” para colocar 1.000 millones de euros en el mercado. A la emisión acudieron 126 inversores institucionales. Las tres cuartas partes de la misma fue suscrita por inversores extranjeros, principalmente de Reino Unido, Francia y Alemania. Se trata de la primera emisión del año y la cuarta en el formato “senior preferente” desde 2017. La última colocación de este tipo se llevó a cabo en marzo de 2019 y atrajo 1.000 millones de euros.
Banco Sabadell también se ha sumado a esta “borrachera de emisiones” con la colocación de 300 millones de euros en una operación de venta privada dirigida por Credit Suisse. Se trata de “deuda subordinada Tier 2”, a diez años, con cupón del 2%, y a un precio 300 puntos básicos inferior al de la anterior emisión, en noviembre de 2018.