Bruselas ensalza a España y eleva al 2,3% el crecimiento en 2015
Las instituciones europeas mejoran las previsiones, y alaban la transformación del país ante la vía griega
El déficit no se cumplirá, ni este año ni el próximo. España no debería superar el 4,2% de déficit en 2015, ni el 2,8% en 2016, pero la Comisión Europea constata que llegará al 4,5% este año, y al 3,7% el próximo.
Ahora bien, España también crecerá más de lo inicialmente previsto: Bruselas ha elevado sus previsiones, y asegura que la economía española crecerá el 2,3% del PIB este año. Un ejemplo que se alabará, a partir de ahora, como parapeto ante la posible vía griega.
La confianza en el país, por tanto, es un hecho. Otra cosa es la letra pequeña de ese crecimiento, que el Gobierno de Mariano Rajoy deja en segundo plano. Pero el espaldarazo de la Comisión Europea es evidente.
La demanda interna como motor
Quien tira del carro es la demanda interna. Algunos economistas sostienen que, en realidad, se trata de ciudadanos que ya podían tirar de su cartera hace un tiempo, pero que estaban atenazados, y que ahora psicológicamente se ven más fuertes y deciden gastar más. Es decir, la gran mayoría de los españoles seguiría viviendo el día a día con grandes dificultades, pero, en conjunto, la demanda interna se incrementará.
Los números fríos arrojan esa cuestión, y ello no es poca cosa, teniendo en cuenta la enorme devaluación interna que ha vivido el país. Pero la devaluación del euro, y el descenso del barril del petróleo ayudan a ese crecimiento.
La otra cara de la moneda es que el sector exterior aporta menos que hace unos meses al conjunto de la economía, lo que explica que se incumplan los objetivos de déficit ya apuntados.
El crecimiento, pese a todo, existe
La cuestión es que si Mariano Rajoy desea «vender» la recuperación, ésta, efectivamente, existe. Sólo tres meses después, la Comisión Europea ha elevado sus previsiones para España en seis décimas del PIB. El Gobierno español lo advirtió en ese momento, en noviembre, y, aunque se le tachó de optimista, Bruselas le da ahora la razón.
El ejecutivo español, y el FMI se quedaron en un crecimiento del 2%, mientras que ahora la Comisión Europa lo deja en el 2,3%.
Ese ascenso supone un punto más que la media de la eurozona, que crecerá el 1,3%. Aunque la afirmación es atrevida, porque se debe contar la depresión de España en todos los años de crisis, es cierto que crecerá muy por encima del resto de países de su entorno europeo.
La tasa de paro, desciende, pero seguirá muy alta
Ahora bien, ¿es válido ese crecimiento cuando la tasa de paro duplica la de los socios europeos? En 2015, las previsión de Bruselas es que el paro en España descienda al 22,5%, y en 2016 al 20,5%. Es un avance, pero el porcentaje es tremendo, siendo conscientes de que los nuevos puestos de trabajo llegan después de una caída de los salarios.
Lo que ocurre es que ahora la Comisión Europea necesita un país que dé ejemplo de que las políticas de austeridad han resultado. Y España es ahora la niña bonita de Europa. «Después de tres años de recesión, la economía española empezó a crecer en 2014 y parece consolidarse por la mejoría en el mercado de trabajo, de las condiciones financieras, de la confianza y de la caída de los precios del petróleo», se asegura en el informe que ha presentado el comisario de economía, el francés Pierre Moscovici.
Y es que frente a experimentos, vía Grecia, la Comisión quiere enseñar a España. El crecimiento, pese a todo, se está produciendo.