BBVA ahonda en su crisis turca tras una nueva caída de la lira

BBVA sigue atrapado en la crisis turca. La moneda del país, la lira, ha vuelto a marcar este lunes valores mínimos. Cotiza por primera vez por debajo de seis unidades por euro, en un proceso de devaluación que se prolonga desde hace tres años pero que se acelerado en los últimos tres meses, plazo en el que ha perdido el 20% de su valor.

El banco presidido por Francisco González ya está sufriendo las consecuencias. En la jornada de este lunes se ha dejado un –0,36% en el IBEX y los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) han aflorado que los bajistas se han disparado desde abril. 

En concreto, los inversores bajistas se han alzado hasta el 0,51% del capital del banco, desde el 0,3% que poseían hace quince días. Un síntoma que es más relevante si se contrasta con el resto de los bancos españoles (principalmente Bankinter, Sabadell, Bankia y Liberbank), que durante el mismo periodo han vivido una tendencia inversa.

¿Por qué este varapalo? BBVA está muy expuesto en Turquía a través de Garanti, banco del país en el que posee el 49,85% del capital y que le aporta el 14% de todos sus ingresos. De hecho, Turquía es, tras España, el segundo mercado para el banco. 

BBVA y Turquía: llueve sobre mojado

Los analistas atribuyen el proceso de devaluación de la moneda a la imagen de inseguridad política del país, que se ha visto exacerbado en las últimas semanas por el conflicto diplomático con Estados Unidos.

El pasado viernes el gobierno de Donald Trump anunció que «revisaría» el acuerdo de exención de aranceles que actualmente aplica a numerosos bienes turcos.

Sin embargo, se apresuró a aclarar que esta medida no está relacionada con el conflicto diplomático que enfrenta a ambos países por la prolongada detención en Turquía del pastor protestante estadounidense Andrew Brunson.

Turquía es el segundo mercado para BBVA

Ankara impuso en junio aranceles a productos de Estados Unidos, después de que Washington impusiera tasas aduaneras a la importación de acero y aluminio de la Unión Europea, con la que Turquía tiene un acuerdo de libre comercio.

BBVA siempre ha defendido que se encuentra «muy cómodo» con Garanti, pero ello no ha impedido que se solicite al Gobierno «los ajustes necesarios en política monetaria fiscal para lograr un crecimiento sostenible», en palabras de su consejero delegado, Carlos Torres.