Bankia se guarda su dividendo multimillonario por el coronavirus

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha explicado durante su intervención en la junta de accionistas que se va a aplicar una política de “máxima prudencia” respecto a los dividendos por el impacto «potencial de la crisis». En este sentido, Goirigolzarri ha avanzado que el consejo ha decidido no repartir ningún dividendo extraordinario durante 2020. Bankia es el tercer banco que revisa su política de dividendos por la crisis del coronavirus, después de que lo hayan hecho el Banco Santander y Caixabank. 

De esta forma, el objetivo de repartir 2.500 millones de euros entre los accionistas, que recogía el Plan Estratégico 2018-2020, lanzado en un contexto económico muy diferente, “es evidente que tiene que ser revisado y queda condicionado al efecto que pueda tener esta crisis”, ha señalado durante su intervención ante los accionistas. De manera extraordinaria, y en una junta telemática, el consejero delegado, José Sevilla, no ha intervenido para revisar la evolución del banco en 2019.

Goirigolzarri ha señalado que el alto nivel de capital de la entidad financiera es una «ventaja competitiva» y que gracias a ella podrá apoyar a las familias y las empresas. También ha insistido en, dado que solo paga un dividendo ordinario al año, el banco tiene tiempo para valorar su política de retribución, insistiendo, en que se aplicará una prudencia extrema. «Para este consejo mantener un alto nivel de solvencia va a ser ahora un objetivo prioritario», ha añadido en su intervención.

Una crisis distinta a la que empezó en 2008

Aunque señaló que todavía no se podía valorar el impacto económico de la crisis, el presidente de Bankia insistió en que la crisis era totalmente distinta a la previa -y recordó que también la había vivido- y adelantó que ahora el sector financiero «es parte de solución», tras el proceso de saneamiento llevado a cabo en los últimos años.

En este sentido, repasó varias de las iniciativas que ha puesto en marcha el banco para apoyar a sus clientes, como ofrecer moratorias de seis meses en hipotecas o crédito al consumo; ofrecer mayores plazos en líneas de circulantes u «ofrecer créditos puente» hasta la llegada de los avales del ICO e insistió en que era fundamental «desde las instituciones para ayudar a las empresas y a las familias».

También valoró positivamente los cambios que ha introducido Europa en este sentido. En concreto, se refirió a los pasos dados por el Banco Central Europeo (BCE). Aunque no hizo una referencia explícita a la negativa del Consejo Europeo a emitir coronabonos, sí abrió una puerta a la esperanza y valoró que ahora las decisiones se posponen solo días.

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