Aumenta el pesimismo en el BBVA por el populismo y la recesión
BBVA Research advierte de que, "aunque el riesgo de recesión continúa siendo reducido, sà que está aumentando"
Entre mayo y diciembre de 2018, la amenaza de una crisis económica se ha mantenido reducida, pero también ha avanzado presurosa, avisa el BBVA. El riesgo de recesión durante el próximo año aumentó del 5% al 15% en los últimos ocho meses, según los analistas del banco, y, al tenor de la deriva populista en la política occidental, activan las notificaciones de alarma ante una crisis que pronostican peor que la media.
«La combinación de los distintos elementos que pueden desatar una crisis nos sugiere que, aunque el riesgo de recesión continúa siendo reducido, sí que está aumentando», lee un nuevo informe de BBVA Research. El documento observa que el riesgo de recesión a 12 meses del 15% con el que terminó 2018 aumenta a cerca de un 60% si se contempla un lapso de 24 meses; una señal de que la crisis está cada vez más cerca.
Y es que el BBVA no oculta ya el pesimismo que brota tras un cruce entre los datos económicos y el clima político mundial, apuntando que los límites sobre la efectividad de la política monetaria y las elevadas fricciones existentes por el lado presupuestario implican que el apoyo de la esfera política «podría quedarse corto», según el informe recogido por Europa Press.
El clima político y el riesgo de recesión
Los analistas de BBVA Research advierten de que la elección de unas políticas inadecuadas para abordar los riesgos comerciales y globales podría exacerbar las presiones negativas. El informe agrega que, si la recesión se produce en 2020, o poco después, los resultados de las próximas elecciones presidenciales, en las que el populismo se jugará el todo por el todo, resultarán vitales para la configuración de unas políticas presupuestarias durante el próximo ciclo.
La Reserva Federal (Fed) de EEUU tendrá un menor margen para bajar los tipos de interés que el que ha tenido este año, por lo que su respuesta será «más moderada», lo que a su vez «eleva la posibilidad de que se produzca una contracción más profunda y una recuperación más lenta». Pero el banco central estadounidense podría utilizar otras tácticas, como la flexibilización cuatitativa que puso en marcha tras la Gran Recesión.
Si bien la recesión podría ser peor que la media, los analistas no prevén que vaya a superar las dos peores crisis de la historia moderna. El BBVA cree que la crisis tendrá forma de U y no de V, con una convergencia hacia el crecimiento potencial en lugar de un rebasamiento, debido a una recuperación sin creación de empleo. Esto podría llevar a más polarización y malestar social, lo que a su vez podría socavar los cimientos institucionales.
«En consecuencia, los responsables políticos deberían adoptar cambios de índole estructural, demográfica y tecnológica como forma de mitigar los riesgos a largo plazo», agrega. «En lugar de imponer restricciones a las nuevas industrias y tecnologías, o de culpar a otros países por el deslucido desempeño económico, EEUU debería volver a apostar por el capital humano, la innovación, el emprendimiento y las industrias del futuro».