Ana Botín culmina el plan del Santander para resistir a futuras crisis
Ana Botín divide Banco Santander en nueve entidades distintas para generar un cortafuegos ante futuras crisis financieras
Banco Santander estará más protegido ante una futura crisis financiera mundial. La entidad presidida por Ana Botín se ha dividido en nueve grupos independientes, denominados grupos de resolución, para poder resolver una división por separado sin contagiar a las demás, según informa este martes el diario Expansión.
El banco responde así a los requisitos del sistema bancario surgido de la crisis iniciada en 2008, que obliga a las entidades a responsabilizar a sus matrices de todo el banco o a dividir el riesgo en varias divisiones independientes como cortafuegos entre los distintos negocios.
La mayor filial es la que agrupará el negocio español (651.000 millones de euros), seguida de la del Reino Unido (361.000 millones), la de Brasil (162.000 millones) y la de Estados Unidos (114.000 millones). Completarán el mapa las divisiones de México (58.000 millones), Chile (50.000 millones), Portugal (48.000 millones), Polonia (32.000 millones) y Argentina (13.000 millones).
Con la separación, las nueve sociedades en que se dividirá Banco Santander tendrán autonomía legal
Cada uno de los grupos reunirá los requisitos de solvencia, que en el caso de España se superan con creces al mantener un capital total del 24,12%; seguido de Estados Unidos, con casi el 20% de capitalización; y Reino Unido y Portugal, en ambos casos con un capital de cerca del 18%. En caso de que una crisis afecte a uno de las unidades, con el nuevo modelo el resto de las filiales operarán sin ningún riesgo de contagio.
Entrada en vigor en seis meses y medio
El mayor banco español apunta que la clave de la separación en nueve sociedades es la autonomía legal y garantiza que no existen compromisos legales «que impliquen soporte financiero» entre las filiales. Además, señala que las interconexiones entre sociedades son «limitadas», según la información del diario económico.
Respecto a los plazos, se empezará a aplicar en seis meses y medio, cuando entre en vigor el total loss absorbing capacity (TLAC), la nueva normativa que exige estos cambios. Eso sí, las autoridades comunitarias todavía deben cerrar detalles sobre el perímetro de los grupos de resolución o sobre los requisitos del TLAC para las filiales más relevantes del banco.