Abanca prolonga su asedio al bastión de Liberbank
El banco de Juan Carlos Escotet, tras renunciar a la compra de la entidad que lidera Manuel Menéndez, mantiene una campaña el doble de agresiva en Asturias
Cuando los periodistas comencemos a publicar los tradicionales resúmenes del año en las dos próximas semanas, en la cabecera de las operaciones frustradas aparecerá la fusión de Liberbank y Unicaja. La ruptura de las negociaciones entre los dos bancos estuvo marcada por la irrupción de Abanca, que renunció a lanzar una oferta de adquisición sobre Liberbank, pero no así a crecer en sus áreas de influencia.
Así, el banco de Juan Carlos Escotet lleva meses buscando ganar cuota en Asturias, madre patria de Liberbank y de su consejero delegado, Manuel Menéndez. Para ello, el banco gallego ha ido un paso más allá en la campaña de captación de clientes vinculados a través de recompensas en efectivo por la domiciliación de nóminas y, en el caso concreto de Asturias, ofrece una retribución que es el doble que en otras comunidades autónomas.
En concreto, ‘paga’ hasta 300 euros a aquellos asturianos que abran una cuenta con ingresos recurrentes, frente a los 150 euros que ofrece en el resto de España y los también 150 que oferta Liberbank.
Además, Abanca no tiene ninguna intención de aflojar la presión sobre el mercado originario de Liberbank y, según ha podido saber Economía Digital, su intención es mantener su ofensiva al menos durante el primer trimestre del próximo año.
Curiosamente, el otro banco con una de las estrategias más agresivas en captación de nóminas es el tercero dentro de este triángulo, Unicaja, que ha lanzado este diciembre una campaña para captar hasta 3.000 nóminas, para lo que ofrece hasta 250 euros por cada una; eso sí, no se circunscribe a una autonomía determinada.
Abanca, ¿otras compras?
El asalto de Abanca a Liberbank, frustrado ante la exigencia de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de que el banco presentara sobre el asturiano, parece que ha dejado ciertos resquemores entre ambas partes. Escotet, que, según fuentes consultadas llevaba muchos meses trabajando en la operación, públicamente ha cerrado la puerta a retomar la compra con la argumentación de que Liberbank, no quiere ser comprado.
Menéndez, por su parte, ha desmentido a Abanca señalando que sí está interesado en posibles integraciones, siempre que generen valor y se produzcan de la manera adecuada. El acercamiento de Abanca en medio del proyecto de fusión de Unicaja y Liberbank se salía de lo habitual en la ley de ofertas públicas de adquisición (opa). El banco reconoció su interés, pero condicionaba el precio de su oferta, ya negociada con algunos accionistas del asturiano, a realizar una due-diligence.
Racionalmente, Liberbank sería un candidato óptimo para Abanca, entre otras razones porque es una operación ya estudiada. De hecho, los analistas nunca han dejado de contemplarlo como una posibilidad, máxime porque Abanca ha reconocido que continúa estando interesada en crecer vía adquisiciones.