Wallbox y Power Electronics se lanzan al plan Biden para llenar de cargadores las carreteras de EEUU
Los fabricantes de cargadores eléctricos españoles refuerzan su presencia en el país norteamericano tras las políticas de su presidente para impulsar la movilidad eléctrica
La lluvia de millones que el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha puesto sobre la mesa para la transformación hacia una economía más sostenible ha llamado la atención de las empresas de todo el mundo. Uno de los puntos clave de su hoja de ruta, llamada plan Biden, es su fuerte apuesta hacia la movilidad eléctrica.
El dirigente de les EE UU anunció una inversión de 7.500 millones de dólares a repartir entre los gobiernos federales para construir estaciones de carga de vehículo en las carreteras del país. Su objetivo es instalar medio millón de puntos públicos para tener mínimo un punto cada 80 kilómetros antes de 2030. Por ahora, la infraestructura es de unos 100.000
Sus planes han llamado la atención de diferentes fabricantes de cargadores eléctricos españoles. Es el caso de Wallbox y Power Electronics, dos empresas que ya tienen una fuerte presencia en el mercado americano y donde prevén seguir invirtiendo. Ambas compañías esperan beneficiarse del plan aprobado por la administración Biden para dar salida a su fabricación en el continente, según afirman fuentes de ambas compañías a este medio.
La empresa catalana, que cotiza en la bolsa de Nueva York, inauguró hace unos meses su primera planta de fabricación en Estados Unidos, en Arlington, en el estado de Texas, tras invertir 70 millones de euros. El centro se marcó como objetivo producir más de 250.000 unidades en 2022, su primer año de vida, y más de un millón en 2030. La fábrica produce los cargadores eléctricos de la compañía para el mercado norteamericano, atendiendo a diferentes segmentos, como la carga residencial, la carga bidireccional y la carga hiperrápida en estaciones de recarga en autopistas.
Son estos últimos, que se lanzarán este 2023 al mercado, los que esperan distribuir por las carreteras americanas con el plan Biden. El cargador se ha diseñado específicamente para reforzar la infraestructura de carga pública en carreteras y simplificar los viajes de larga distancia para los conductores de vehículos eléctricos, con una potencia de carga de 400 kW.
‘Made in America’
Este tipo de cargadores son los mismos definidos por el programa lanzado por la administración estadounidense. Wallbox espera que todos estos dispositivos cumplan con los requisitos de Buy America, un decreto promulgado en Estados Unidos que prioriza la compra de productos fabricados en territorio estadounidense.
Por otro lado, poco ha trascendido de los planes de Power Electronics, muy implementada en los EEUU, sobre todo en su división fotovoltaica, aunque ya fabrica cargadores eléctricos en el país. Recientemente, su vicepresidente, Lalo Salvo, anunció que, según el plan estratégico de la compañía, este año van a alzar una nueva fábrica de cargadores en Estados Unidos, así como en Llíria (Valencia). La empresa valenciana está multiplicando su músculo en la nación de Biden y su previsión es seguir avanzando en la transición energética del país y aumentar su capacidad instalada y presencia en los proyectos de movilidad.
Circontrol llegará a EUA en 2024
Por otro lado, Circontrol, una empresa con sede en Viladecavalls (Barcelona) especializada en soluciones de recarga para coches eléctricos, prevé empezar a invertir en el mercado americano en 2024. Según informan fuentes de la empresa a este medio, su plan de estratégico pasa por dar el salto a Estados Unidos en 2024, cuando empezaran a valorar si se adhieren al plan Biden. Por ahora, prefieren centrarse en su mercado core, Europa, donde “aún queda mucho por hacer”.
En este sentido, la Ley de Reducción de la Inflación, con unos fondos totales de 370.000 millones de dólares donde se engloban estas ayudas al sector automóvil, despertaron los recelos de la Unión Europea por miedo a que la inversión se desplazara al gigante norteamericano por las ventajas fiscales. Dado que se da prioridad a las empresas localizadas en el país, la administración europea teme el riesgo a la deslocalización.
Por eso, este jueves la Comisión Europea anunció que facilitaría a los gobiernos de la comunidad la posibilidad de ofrecer subsidios, entre beneficios fiscales y ayudas directas. Ursula Von der Layen, la presidenta de la CE, evitó entrar en la cantidad total del monto de los fondos, pero aseguró que, de momento, los estados miembros ya pueden utilizar los fondos disponibles, como los de recuperación.