Vueling reduce sus márgenes pese a ganar 200 millones
La aerolínea de bajo coste española es la única del grupo IAG que reduce sus márgenes y reducirá su crecimiento en Barcelona para protegerse
International Airlines Group sólo presentó una mácula en sus cuentas de 2018. El conglomerado de aerolíneas que engloba a British Airways, Iberia, Vueling y Aer Lingus elevó los beneficios el 44%, hasta los 2.897 millones de euros, y los ingresos el 6,7%, hasta los 24.406 millones de euros. Las cifras superaron las expectativas de los analistas, pero dejaron una nota negativa: la caída de la rentabilidad en Vueling.
La compañía de bajo coste con sede en Barcelona fue la única que redujo sus márgenes en el pasado ejercicio “por culpa de las huelgas de controladores”, dijo la cotizada. Por ello, recortó el margen de beneficios en el 1% mientras que Iberia (+0,4%), British Airways (+0,8%) y Aer Lingus (+0,5%) lo incrementaron.
La razón de la pérdida de la rentabilidad fue que los costes de la aerolínea presidida por Javier Sánchez-Prieto se dispararon por las constantes interrupciones en el espacio aéreo, aseguran. Así, sin tener en cuenta el coste del petróleo, volvió a ser la única filial que elevó el gasto (por encima del 4%).
El resultado, eso sí, fue positivo y la operadora ganó 200 millones de euros, 12 millones más que en 2017. Mientras, los ingresos se elevaron el 12,7% hasta los 2.398 millones. Los costes, no obstante, avanzaron a mayor velocidad, al 13,5%.
Las recetas de Vueling
Vueling tomó medidas con tal de adaptar su crecimiento (del 13% inicialmente previsto hasta el 8,9% conseguido). Como explicó Economía Digital en verano, la compañía no logró completar con éxito el año en el que pretendía volver a crecer a doble dígito tras un 2017 dedicado a moderar la oferta y reorganizar la operativa después de la caótica temporada estival de 2016.
Si en el tercer trimestre las cifras ya eran negativas, a cierre de año, la consultora OAG desveló que la low-cost había pasado de ser la séptima aerolínea más puntual de Europa, con unos índices de cumplimiento superiores al 85%, en 2017 a conformarse con ser la número 63, con una efectividad inferior al 66%.
En su defensa, Sánchez-Prieto criticó en agosto el sistema de control aéreo: “No funciona, está roto”. Y alegó: “La gran mayoría de retrasos y cancelaciones se deben a problemas de control y no a falta de efectivos. Somos la aerolínea de Europa con más aviones en reserva y 30 tripulaciones en espera para cualquier incidencia”, añadió.
Para protegerse, Vueling anunció que disminuirá su crecimiento en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat, donde concentra la mayor parte de la operativa. Con esta medida espera reducir los retrasos prácticamente crónicos de una instalación que entre mayo y octubre —cuando concentra la mayor parte sus vuelos— siempre estuvo entre los peores hubs europeos y el índice de puntualidad osciló entre el 65% y el 51%.
De este modo, la aerolínea pretende crecer al ritmo del 5,5% en 2019.
Para 2019, el reto de IAG es el brexit
Si en 2018 la mancha la puso Vueling, en 2019 las incertidumbres son mucho mayores con el brexit a la vuelta de la esquina. Sin acuerdo entre la Unión Europea y el Reino Unido, Willie Walsh, consejero delegado de IAG, aseguró estar «evaluando y preparándose para los posibles cambios» y defendió que implementará «el plan apropiado en el momento oportuno», ante los analistas.
A la espera de saber si podrá contar con los derechos de vuelo sobre los cielos del Viejo Continente, el ejecutivo ya tomó medidas, como blindar al 47,5% su capital extracomunitario. No obstante, las esperanzas están puestas en que ambas administraciones alcancen «un amplio acuerdo» en materia de transporte «por el bien de la economía y los pasajeros».