«Vueling y El Prat están mucho mejor preparados que el verano pasado»
Javier Sánchez-Prieto, presidente de Vueling, responde a Economía Digital con la confianza de haber hecho los deberes para no repetir el caos del último año
Si bien ha dejado en el armario el llamativo polo verdiazul con el que sorprendió en la presentación de Level, Javier Sánchez-Prieto, presidente de Vueling, se ha contagiado del mensaje de la nueva aerolínea de International Airlines Group (IAG) –que también engloba a British Airways, Iberia y Aer Lingus–. “We love places”, reza una taza corporativa sobre el escritorio en el que atiende a Economía Digital. «Nos encanta llegar puntuales», contestan los pasajeros, más tradicionales, ante un verano que se presume crucial para la credibilidad de la compañía.
La próxima temporada estival se toma como una reválida en las oficinas de la firma. Desde el primer ejecutivo hasta el último tripulante de cabina son conscientes de que los retrasos y las cancelaciones de 2016 no pueden volver a repetirse. “No vamos a tener otro mal verano”, asegura rotundamente el directivo. “Estamos mucho mejor preparados, con más aviones de reserva y tripulaciones que la campaña anterior”, defiende.
Lo cierto es que los síntomas invitan al optimismo. Según Flightstats, Vueling cerró abril con una puntualidad del 89%. “No se veían tales cifras desde que teníamos diez aviones”, se bromea entre pasillos. La Semana Santa se cerró con el 90% de los vuelos aterrizando a tiempo. Incluso el día que se rompió un radar en el aeropuerto de Palma de Mallorca la fiabilidad fue del 81%.
Sánchez-Prieto: “No todos los problemas son culpa de Vueling” (dipara contra Aena)
Sin embargo, la aviación comercial queda expuesta a contratiempos externos como tormentas o huelgas de controladores. Otro ejemplo, el caos del control de pasaportes vivido en El Prat durante el puente de Mayo. “No todos los problemas son culpa de Vueling”, dispara con bala el ejecutivo mientras se remanga la camisa. En la sombra, Aena –el gestor aeroportuario–, Enaire –responsable del tráfico aéreo– y la delegación del Gobierno –al mando en las aduanas–.
La coordinación con los tres organismos avanza con tal de dar la mejor respuesta posible a los picos de tráfico de junio, julio y agosto. “Todos tenemos el mayor interés en que la operativa funcione y, si bien no estoy en su casa, creo que ellos también están preparándose lo mejor posible”, augura.
Con las cartas sobre la mesa, Sánchez-Prieto vaticina un 2017 mejor que el año pasado a nivel de operación. Sobre los balances, “la idea es alcanzar el 15% de retorno sobre el capital invertido, un objetivo para la que nos fijamos un camino que estamos siguiendo”, expone. Lejos queda el 22% que alcanza Ryanair en la citada métrica.
Tras superar el ejercicio, y si nada se tuerce, la aerolínea pisará el acelerador. “Tenemos un plan estratégico a cinco años con el que esperamos llegar a los 450 destinos, con un ritmo medio de crecimiento del 7%”, explica. Lo primero será aprobar en verano para “recuperar la confianza de los clientes”.
La simbiosis con Level
Además, Vueling afronta un segundo reto: nutrir los vuelos de largo radio de Level. Bajo una imagen corporativa que busca seducir al millenial, la compañía despegará en junio desde Barcelona. «El trayecto ya no es lo importante, lo importante es la motivación por la que viajamos”, justifica el toledano a modo de eslogan. Como apuntó en su día el propio consejero delegado de IAG; Willie Walsh, una de las razones para escoger El Prat como puerto de lanzamiento fue la amplia presencia de las colas grises y amarillas de los A320 de Vueling.
“No vamos a sacrificar nuestro crecimiento en detrimento del de Level”, advierte Sánchez-Prieto a aquellos que piensan que la aerolínea va a hipotecar su desarrollo en detrimento de su independencia. “Eso sí, lo más lógico es que la expansión de ambas coincida y vayamos de la mano”, reconoce. La simbiosis dará comienzo este mismo verano: “un americano tendrá la oportunidad de volar a 130 destinos de Europa gracias a nosotros”, presume.
Sánchez-Prieto: «Vueling y Level creceremos de la mano, aunque no sacrificaremos nuestro crecimiento por ellos»
«Manejamos propuestas de valor y cuentas de resultados diferentes», vuelve a enfriar ante el interés. A cambio: «creo que seremos un vehículo de desarrollo muy importante para ellos igual que ellos lo serán para nosotros».
De este modo, los hub de Vueling cobran especial importancia. La aerolínea ya se ha puesto manos a la obra en plazas como la capital italiana, que ha reforzado a lo largo del último año con el cierre de las bases de Catania y Palermo –pese a seguir operando en dichos aeropuertos– con tal de robustecer la operativa, la gran obsesión de Vueling para este verano.