Vueling toma velocidad tras digerir el ‘verano del caos’
La compañía volverá a crecer por encima del 10% después de un año de parón para estabilizar la operativa y recuperar la confianza de los clientes
Parecía imposible hace un año, pero hoy es una realidad: Vueling cerró el verano de 2017 sin incidencias por primera vez en mucho tiempo. La low-cost catalana incluso puede presumir de ser la más puntual en Barcelona, Roma y París, sus tres principales aeropuertos, durante la temporada estival. Las medidas aplicadas para no repetir el desastre funcionaron y, tras un año al ralentí, la aerolínea quiere volver a su territorio, crecer por encima del 10%.
La filial de International Airlines Group (IAG) –que también engloba a British Airways, Iberia y Aer Lingus— cerrará 2017 con una expansión de apenas el 1,7%, una cifra anecdótica frente al verano de 2015 (19%), los primeros seis meses de 2016 (18%) y la totalidad del 2014 (15%).
La terremoto de retrasos, cancelaciones, reclamaciones y sanciones del año pasado hicieron mella en la compañía presidida por Javier Sánchez-Pierto, que pisó el freno, redujo el número de destinos a cambio de más frecuencias hacia los conocidos y trató de desestacionalizar la operativa. Puso en marcha el programa Vueling Next. El precio a pagar fue sacrificar un año de crecimiento para recuperar la confianza de los clientes.
Vueling crecerá por encima del 10% hasta el año 2022
Y ahora la firma está lista para volver a despegar. IAG presentó este viernes sus previsiones para el período 2018-2022 a los analistas y dibujó una subida de los asientos por kilómetro disponibles (ASK) –la métrica para medir el crecimiento en el sector—superior al 10% para la filial. La low-cost con base en Barcelona-El Prat será clave para cumplir los objetivos del grupo aeronáutico: un crecimiento anual del 5%, una escalada del 12% en el beneficio por acción y un resultado bruto de explotación de 6.500 millones (+22%).
Para no repetir errores del pasado, Vueling se centrará en arrebatar el liderazgo del mercado español a Ryanair con más frecuencias en las rutas domésticas y hacia las principales ciudades de Europa. La otra pata de la expansión será en Italia y Francia, el segundo y tercer país de la aerolínea, donde será una herramienta clave para el aterrizaje de la low-cost de largo radio Level.
Así, construir una operativa más robusta en territorio conocido primará sobre las aventuras en otros países. “Se buscarán oportunidades selectas fuera de nuestros mercados principales”, garantiza, eso sí, el documento presentado ante los inversores.
Además de la venta de billetes, la compañía se apunta a una máxima que comparte todo el grupo: elevar las ganancias por la venta de servicios complementarios, que ahora no estaban explotados o eran gratuitos. A cambio, el cliente se beneficiará de un servicio de inteligencia artificial de mensajería; un asistente virtual; la posibilidad de pagar a través de Amazon Pay, Android Pay y Apple Pay; y la integración del programa de fidelidad Avios.
Vueling reducirá sus costes unitarios el 1,5% de la mano de sus aviones y el personal
Pero como toda low-cost, Vueling ajustará al máximo el apartado de costes en la cuenta de resultados. Por ello, promete reducir el coste unitario el 1,5% hasta 2022 sin contar el precio del petróleo. Además, los nuevos A320 NEO, que llegarán a representar el 30% de una flota de 150 aviones, ayudarán a rebajar la factura del crudo.
La compañía exprimirá al máximo sus recursos. Con una operativa menos estacional incrementará el uso de los aviones en un 19%, pues hasta ahora volaban a medio gas en invierno. La dirección también apretará las tuercas a la plantilla con un “incremento de la productividad” del 16%.