VTC: las licencias superan el coto a Uber y Cabify y se disparan
Madrid, Barcelona y Málaga son las provincias con más vehículos de alquiler con conductor
Las licencias de vehículos de alquiler con conductor (VTC) –autorizaciones para ejercer la actividad de arrendamiento de vehículos con conductor, como su propio nombre indica– crecen exponencialmente con el arranque del mes de julio. El número de licencias ha superado la cifra de 15.300, lo que supone un crecimiento del 19% en lo que llevamos de 2019.
Pese a las restricciones que se han introducido en algunos territorios por el conflicto con los taxistas –como Barcelona, donde Uber y Cabify tienen que ser precontratados con 15 minutos de antelación, lo que ha hecho huir a Uber– desde diciembre de 2018, el número de licencias se ha incrementado en más de 2.400. Las provincias que encabezan la lista son Madrid, con 8.033; Barcelona, con 2.073; y Málaga, con 1.488.
El taxi, la otra cara de la moneda de las VTC
Al contrario que en el caso de las VTC, el número de licencias de taxi ha disminuido desde finales del 2018 un 4%, hasta las 63.216 licencias, lo que supone una reducción de 2.700, según el Ministerio de Fomento. Pese a estos datos, el número de taxis cuadruplica las VTC. Por lo que respecta al taxi, Madrid lidera también la clasificación, con 15.616 seguida de Cataluña, con 12.889, y Andalucía, con 9.108.
Por provincias, la capital concentra el mayor número de licencias (8.033), más de la mitad del total y cerca del 26% más que al cierre de 2018. Por detrás le sigue la capital catalana –cabe destacar que tanto Uber como Cabify anunciaron su salida de la ciudad tras la entrada en vigor de la normativa de la Generalitat, aunque finalmente la segunda regresó tras adecuar su modelo de negocio a los límites impuestos–.
Restricciones a las VTC
Las masivas protestas del sector del taxi en las grandes ciudades, como Madrid y Barcelona, provocaron cambios en la normativa. En Barcelona, la Generalitat estipuló que los servicios de las VTC deben contratarse con 15 minutos de antelación, aunque los municipios pueden ampliar la precontratación con reglamentos propios.
La normativa también prohíbe a los vehículos VTC circular por las vías públicas para buscar clientes y propiciar la captación de viajeros que no se hayan contratado previamente, por lo que cuando finalicen el servicio deberán estacionarse fuera de la vía pública. El reglamento no permite la implantación o la práctica de la geolocalización.