Cabify presume de rentabilidad frente a Uber (pero sigue en pérdidas)
La compañía, que ha desvelado este martes las cifras de facturación durante 2018, considera su modelo más rentable que el de su competidor
Cabify pone sobre la mesas las cifras registradas durante el último año. La compañía española facturó 144 millones de euros, un 97% superior a los 73 millones de 2017. Y, aunque su resultado no le permitió cerrar con beneficios — sufrió pérdidas por valor de 4 millones — , aprovechó para lanzar un dardo a su rival en España, Uber.
Según explicó Vicente Pascual, cofundador de la plataforma, «no hay dudas» sobre la capacidad de Cabify de ser rentable», a diferencia de Uber, que desde que cotiza en bolsa se ha visto obligada a mostrar las enormes pérdidas que acumula desde su nacimiento.
Pascual ha confirmado lo que era un secreto a voces: Cabify sigue en búsqueda de inversores para seguir creciendo, es decir, ultima una nueva ronda de financiación, de 300 millones aproximadamente, para antes de salir a bolsa.
De hecho, Cabify espera ser rentable este año o el próximo para empezar a pagar el impuesto de sociedades, aunque el cofundador de esta compañía española ha dejado claro que actualmente pagan 8 millones de euros en impuestos en España, entre el IVA, IRPF y cotizaciones sociales.
Cabify defiende que sus conductores no son precarios
Pascual ha negado que en la empresa exista precariedad laboral y ha dicho que en España ya había unos convenios sectoriales vinculados a la industria de las VTC (vehículos de transporte con conductor) y que Cabify ha respetado.
«Hay una abrumadora mayoría de conductores que tienen un contrato indefinido», ha reivindicado, al tiempo que ha señalado que su empresa ha conseguido crear «miles de oportunidades» de empleo en colectivos de trabajadores con dificultad de entrar en el mercado laboral.
«Hemos producido una explosión de empleo con unas normas laborales que ya existían en el país», ha remarcado, aunque no se ha pronunciado por algunos aspectos polémicos, como las largas jornadas laborales que hacen algunos de sus conductores.
Dardo a la administración
Además, ha pedido al nuevo Gobierno que trate de eliminar barreras regulatorias y en este sentido ha puesto como ejemplo a EE.UU. y China, mercados con incentivos y no atomizados como el europeo, o el español, donde «se hace difícil escalar» ante las múltiples regulaciones estatales, autonómicas y locales.
Pascual ha eludido precisar el impacto que ha tenido en la facturación las limitaciones de contratación impuestas en Barcelona y ha abogado por que las políticas de movilidad en las ciudades, como Madrid Central, sean pactadas con todos los agentes.
Desde Cabify consideran que el taxi no es su enemigo
Pascual ha incidido en que Cabify no tiene ningún conflicto con los taxis y que es un «mito», ya que esta empresa «abraza el taxi» en Latinoamérica donde tiene asociación con este colectivo.
Una idea que quieren extender en Santander, próxima ciudad donde crecer y donde ya han implantado un plan piloto.