Volkswagen impone el continuismo en Seat: Griffiths seguirá el plan De Meo
El conglomerado alemán pide al nuevo presidente de la firma española “más coches, más tecnología y más innovación” para su mandato
Como no podía ser de otra forma, Volkswagen cumplió este miércoles todos los pronósticos y nombró nuevo presidente de Seat a Wayne Griffiths, vicepresidente comercial y de ventas de la compañía. Lejos de virajes en el rumbo de la empresa, el conglomerado alemán no hizo más que abundar en el plan que le ha llevado a los mejores resultados de su historia: tecnología y proyectarse como la marca joven del grupo, una receta con la que dio el expresidente Luca de Meo y en la que el flamante primer ejecutivo está más que habituado.
En un viaje relámpago desde Alemania, el consejero delegado de Volkswagen AG –que también agrupa a Volkswagen, Audi, Skoda y Porsche–, Herbert Diess, hizo una petición al directivo británico: “Más coches, más tecnología y más innovación”. Es la fórmula que baraja la sociedad, que celebra disfrutar “del mejor portafolio de vehículos que nunca ha tenido”.
Griffiths no rehuyó el reto. A pesar de ser consciente de las dificultades que el coronavirus generará en el fabricante –para empezar, la fábrica de Martorell (Barcelona) dejará de ensamblar 134.000 coches en 2020–, fue claro: «Es el mejor momento de coger este puesto porque Seat está en uno de los mejores momentos, con una importante ofensiva de productos».
Junto a él contará con el comité de empresa, que se pronunció durante los últimos meses a su favor siempre que se le preguntó. Recogió el guante, pues sus primeras palabras ante la prensa en el acto celebrado en la barcelonesa Casa Seat fueron para agradecer el respaldo a la representación de los trabajadores.
La nueva Seat de Griffiths
Griffiths deberá liderar la próxima etapa de la automovilística. Tras gastar 3.300 millones entre 2015 y 2019, la empresa invertirá hasta 5.000 millones de euros en «electrificar su gama de vehículos y en la fábrica de Martorell (Barcelona) y sus satélites en Barcelona«. Un programa de gasto diseñado antes del coronavirus que se mantendrá inalterado a pesar del «duro impacto» de la pandemia.
La filial de Volkswagen AG anunció en julio el proyecto en la recién estrenada Casa Seat, en Barcelona. Tras pedir el apoyo de las instituciones, tomó un compromiso con los presentes: «Nuestra intención es que Martorell fabrique automóviles eléctricos a partir de 2025, cuando el mercado haya crecido».
El presidente en funciones Carsten Isensee señaló que la inversión se repartiría entre nuevos proyectos de I+D en el centro técnico de la firma para desarrollar modelos de cero emisiones y la adecuación de sus fábricas catalanas. «Es el nuevo reto de la organización después de afrontar la llegada de los SUV en 2015″, dijo. El miércoles, Griffiths tampoco desgranó las proyectos en los que se dividirá la cantidad.
También deberá equilibrar la relación de poder entre Cupra y Seat, ya que se ha llegado a rumorear que la primera podría terminar por engullir a la segunda. «Cupra tiene un toque más emocional que también puede ayudar a Seat», despejó Diess.