Vodafone presiona a Telefónica en el incipiente negocio de los objetos conectados
Lejos del fútbol y las tarifas baratas, los operadores pelean por conectar las máquinas en un negocio millonario
El negocio de las máquinas conectadas, o internet de las cosas (IoT por sus siglas en inglés), lleva años mostrando el potencial que tiene, aunque todavía no es una realidad en el sector de las telecomunicaciones. Pese a todo, los grandes operadores de telefonía mantienen su particular batalla. En España, Vodafone ha conseguido una posición de referencia con la que cada vez mete mayor presión a Telefónica.
La clave de este segmento de negocio es llegar el primero, ganar masa crítica, tanto en el ámbito privado como la administración pública, y a partir de esa posición seguir creciendo. Por el momento es bastante complicado saber cómo será la evolución del negocio, puesto que los grandes clientes son reticentes a incorporar estas nuevas tecnologías pleno rendimiento. Pero solo es cuestión de tiempo.
Por lo que respecta a la competencia, en estos momentos uno de los grandes medidores son las líneas móviles M2M. Es decir, las que conectan máquinas entre sí en la cuestión más elemental de IoT, pero que sirve para saber la evolución. En este sentido, Vodafone cerró su ejercicio fiscal, concluido a final de marzo, con un crecimiento interanual del 18% en líneas de IoT. El operador rojo cuenta con un total de 4,1 millones de líneas de IoT en el mercado español. De ellas, 2,78 millones corresponden a tarjetas SIM locales; y otros 1,29 millones a tarjetas SIM del grupo que se utilizan en España.
Por su parte, Telefónica cerró el primer trimestre con 3,1 millones de líneas de IoT, un 18,9% más que en la misma fecha del ejercicio anterior. En cuanto a Orange, también se mueve en unas cifras similares con más de 3 millones de conexiones en el internet de las cosas.
Vodafone lanza su apuesta
En este contexto, una de las apuestas del operador rojo pasa por acelerar el ritmo y meter presión a sus rivales integrando nuevas herramientas tecnológicas como Business Intelligence, Analytics, Big Data e IoT, en la creación de nuevas aplicaciones móviles y en la digitalización de las oficinas de turismo, así como en la implantación de sistemas de gestión inteligente del alumbrado, riego, transporte público, aparcamientos, movilidad, o eficiencia energética, entre otros.
A nivel sectorial, los expertos consideran que el 5G podría permitir que las ‘smart cities’ sean hasta un 70% más eficientes en la gestión de la energía en áreas como redes de salud pública, seguridad, tránsito y gestión de servicios públicos, mejorando la calidad del aire, reduciendo las emisiones de carbono y optimizando la recogida de basuras, entre otros beneficios.
Por su parte, a través de la tecnología IoT es posible gestionar y desviar el tráfico en tiempo real, programar reparaciones de infraestructuras, optimizar la recogida de residuos, administrar de forma inteligente la energía de un municipio y evaluar su grado de contaminación, reduciendo costes y evitando emisiones de carbono. Se consigue de este modo avanzar en la construcción de ciudades inteligentes, necesarias para adaptarse a las demandas de crecimiento urbano.