Vodafone España mueve 6,5M de inversión en diversos proyectos de ‘smart cities’
El desarrollo de negocios más allá de la telefonía se ha convertido en algo esencial para los operadores de telecos
El futuro de las ciudades pasa por ser inteligente. En esta carrera, los operadores de telefonía quieren ocupar un lugar de privilegio. Para ello, Vodafone España ha optado a múltiples concursos públicos para su gestión.
En concreto, el operador rojo se adjudicó la puesta en marcha de ‘smart cities’ turísticas inteligentes por un valor agregado de 6,5 millones de euros en el último año fiscal, a cierre de marzo de 2022.
De esta forma, el operador está realizando proyectos en Ibiza, Sanxenxo, O Grove, Plasencia y Níjar en el marco de la ‘Convocatoria de Destinos Turísticos Inteligentes’ de Red.es, así como en las Palmas de Gran Canaria con el objetivo de ayudar a las administraciones públicas a crear ciudades más inteligentes y sostenibles mediante la introducción de tecnologías como big data, inteligencia artificial y otro tipo de interacciones digitales para facilitar el acceso de los ciudadanos a los servicios públicos. Asimismo, Vodafone está desarrollando una plataforma de gestión global para el desarrollo de vehículos eléctricos y autónomos en el marco del proyecto SMARTiAGO.
La adjudicación más reciente ha sido la implantación de 3.000 sensores para culminar el proyecto de sensorización de las zonas de estacionamiento regulado de Las Palmas de Gran Canaria, a través de la Sociedad Municipal de Aparcamientos (Sagulpa).
Vodafone lanza su apuesta
Vodafone ha integrado nuevas herramientas tecnológicas como Business Intelligence, Analytics, Big Data e IoT, en la creación de nuevas aplicaciones móviles y en la digitalización de las oficinas de turismo, así como en la implantación de sistemas de gestión inteligente del alumbrado, riego, transporte público, aparcamientos, movilidad, o eficiencia energética, entre otros.
Los expertos consideran que el 5G podría permitir que las ‘smart cities’ sean hasta un 70% más eficientes en la gestión de la energía en áreas como redes de salud pública, seguridad, tránsito y gestión de servicios públicos, mejorando la calidad del aire, reduciendo las emisiones de carbono y optimizando la recogida de basuras, entre otros beneficios.
Por su parte, a través de la tecnología IoT es posible gestionar y desviar el tráfico en tiempo real, programar reparaciones de infraestructuras, optimizar la recogida de residuos, administrar de forma inteligente la energía de un municipio y evaluar su grado de contaminación, reduciendo costes y evitando emisiones de carbono. Se consigue de este modo avanzar en la construcción de ciudades inteligentes, necesarias para adaptarse a las demandas de crecimiento urbano.