Por qué Putin impedía el vuelo entre Barcelona y Tokio
Obtener los permisos para sobrevolar Rusia es una misión complicada que, hasta ahora, ni Level, ni Norwegian ni Eurowings pudieron superar
El acuerdo llegó: un avión podrá sobrevolar Siberia desde España sin salir del aeropuerto de Barajas. Las autoridades lograron desbloquear una situación que vivía encallada desde hacía meses por culpa de los trámites burocráticos. Ahora, una ruta como el Barcelona – Tokio, muy demandada por las aerolíneas de largo radio y bajo coste, podría ser viable.
En los últimos tres años, primero Norwegian, seguida de Eurowings (Grupo Lufthansa), Level (Grupo IAG) y ahora por Joon reivindican que se puede viajar a la otra punta del mundo de manera asequible. La última en llegar es la filial del grupo Air France-KLM, que se estrenó en diciembre con vuelos a Barcelona. A pesar de no contar, a priori, con la mano ganadora presume de un sorprendente aliado en la batalla: Vladimir Putin.
No, la compañía francesa no ha firmado ninguna alianza con el presidente de Rusia. Sin embargo, el grupo que dirige Jean-Marc Janaillac tiene un as en la manga frente al resto: los permisos para sobrevolar Siberia y hacer mucho más eficientes las conexiones con Asia. Joon podrá aterrizar en el tan de moda Sudeste Asiático, la potencia turística de China o Japón sin tener que desviarse.
“Nosotros arrendaremos los derechos de tráfico a Air France, que puede volar sobre Rusia”, celebra Jean-Michel Mathieu, director general de Joon, en una conversación con Economía Digital. Por el momento sólo se trata de una marca integrada en su hermana mayor, pero ya está sometida a una auditoría para obtener su propia licencia. «Nada cambiará cuando eso ocurra; seguiremos utilizando sus permisos”, añade.
El continente asiático se ha convertido en un destino cada vez más popular para los jóvenes europeos. Precisamente al que se dirige la nueva operadora gala. “Tenemos prevista una expansión por Asia, pero de momento no podemos dar detalles”, evita Mathieu. Las rutas intercontinentales arrancaran en primavera hacia Fortaleza (Brasil) y Mahé (Islas Seychelles). «El futuro estará enfocado en Oriente», aseguraba hace unos meses.
El salto será con red. Poder volar sobre el espacio aéreo ruso permite un ahorro de tiempo y combustible vital para una operativa de costes tan ajustados como es la del largo radio low-cost –-aunque Joon se desmarca un poco de la etiqueta–. Así, los acuerdos entre Francia y la antigua Unión Soviética la impulsarán frente a Norwegian, Level –del Grupo IAG— y Eurowings –propiedad de Lufthansa–.
Norwegian testeará a partir de invierno un vuelo entre Londres y Singapur sin pasar sobre la república presidida por Putin. Su ambición asiática es mucho mayor pero la falta de permisos sega la expansión. De hecho, no cuenta ni con los derechos ni en Noruega, que los otorgó a Scandinavian Airlines System (SAS).
Mientras no logra deshacer el muro ruso ni en su país, en España cuenta con la misma suerte. El convenio sólo permitían las rutas sobre Siberia a una aerolínea radicada en el país y desde un solo aeropuerto. Los beneficiados: Iberia y Madrid, que lo aprovechan para aterrizar en Shanghái y Tokio desde el 2016.
Las restricciones frenaban a la sociedad nórdica de unir Barcelona y la capital japonesa, una ruta que tantean varias operadoras. De este modo, se conforma con volar entre la ciudad mediterránea y Estados Unidos.
El acuerdo ‘hispanoruso’ podría beneficiar a Level, la filial de bajo coste y largo radio de International Airlines Group –que también engloba a Iberia, Vueling y British Airways–, si imitara el modelo francés. La aerolínea también busca constituirse como una compañía y no sólo una marca, por lo que de registrarse fuera de España –todavía no ha decidido su sede social— quedaría aparcada de la pugna.
En el caso de seguir en la Península Ibérica, las autoridades españolas y rusas se reunieron para renegociar el convenio y añadir el Aeropuerto de Barcelona-El Prat al listado de destinos permitidos.
Mientras, la cuarta operadora en discordia es Eurowings, del Grupo Lufthansa. Fuentes de la compañía reconocían hace unas semanas a Economía Digital la posibilidad de sobrevolar Rusia al operar con la licencia de SunExpress, una aerolínea chárter creada junto a Turkish Airlines en territorio otomano.