Vilarrubí deja el Barça como un héroe pero Bartomeu no le echará de menos
Villarubí se va por la puerta grande del Barça cuando era una figura incómoda por su imputación en el caso Pujol
Carles Vilarrubí dimitió este domingo como vicepresidente de relaciones institucionales del FC Barcelona porque su presidente, Josep Maria Bartomeu, decidió disputar el partido contra la Unión Deportiva las Palmas. Vilarrubí no quería que se jugase encuentro como protesta por las cargas policiales durante la jornada del referéndum. No obstante, directivos del club consideran que se trató de una excusa. Consideran que “aprovechó el momento idóneo”, el conflicto político catalán, para irse de la junta del Barça como “un héroe de la patria».
La presencia de Vilarrubí en la junta del Barça era incómoda para algunos de sus miembros desde que le imputaron en el caso de Jordi Pujol Ferrusola. Ha declarado en diversas ocasiones en calidad de investigado en el juzgado número cinco de la Audiencia Nacional que instruye el caso Pujol. Vilarrubí se está quedando sin cargos institucionales. La banca Rothschild lo sacó hace unos días de vicepresidente y miembro del consejo de administración de su filial española. Su salida del consejo de administración de Fira Barcelona a finales de este año también está cantada. Él y su esposa, Sol Daurella, presidenta de Coca-Cola European Partners, pasan ahora largas temporadas en Londres.
No hay lágrimas por Vilarrubí
Fuentes del entono de Bartomeu indican irónicamente que el presidente no ha derramado ni una lágrima por la marcha de Vilarrubí. Este no es el caso de los otros dos dimisionarios, Jordi Monés y Xavier Vilajoana. También eran partidarios de suspender el encuentro contra Las Palmas. Respecto a Monés, reconocido oftalmólogo, se lamenta su marcha porque se considera muy difícil su sustitución como comisionado del Barça Innovation Hub, un proyecto de apoyo científico que prestigia el club a nivel internacional. Sobre Vilajoana, todavía se confía en convencerle para que siga en la junta.
1-O: división en la junta y en el vestuario del Barça
La Liga rechazó la petición del Barça para aplazar el partido. Entonces, Bartomeu optó por jugarlo a puerta cerrada, sin público. Así evitó una sanción en forma de puntos y, posiblemente, el cierre del estadio durante diversas jornadas si se hubiera producido una invasión del césped. Por las redes sociales se estaba animando a los seguidores del Barça a saltar al campo. Bartomeu argumentó que, con la imagen de las gradas vacías, han difundido un mensaje claro al mundo sin verse expuestos a sanciones.
El presidente deberá renovar la junta. Se ha ido el vicepresidente institucional y dos vocales, aunque confíen en recuperar al menos a uno. Además, también debe cubrir el puesto de tesorero que dejó vacante Susana Monje cuando dimitió en noviembre del año pasado. Entonces alegó motivos personales, aunque su salida coincide con la crisis de su grupo empresarial. No resulta nada fácil cubrir estos puestos por la debilidad de la actual junta y por el momento político.