Venezuela maniobra para que Repsol compre la primera red de gasolineras en EEUU
La petrolera de Maduro quiere hacer caja con su filial estadounidense para aliviar y ofrece condiciones ventajosas para que Repsol extraiga más crudo venezolano
Una novia más ha tocado a las puertas de Repsol. Esta vez se trata de la petrolera venezolana Pdvsa que intenta sanear su complicada situación financiera con la venta de su principal activo fuera del país: Citgo, la empresa estadounidense con tres refinerías y más de 6.000 gasolineras en Estados Unidos.
Sabedora de que Repsol ha salido de compras y además dispone de recursos, los representantes de la empresa estatal venezolana le han ofrecido la empresa a Repsol, según fuentes cercanas a la petrolera venezolana.
Pero la compañía dirigida por Antonio Brufau se mantiene en la línea dictada desde la cúpula: la empresa quiere aumentar su participación en los negocios de extracción de crudo preferiblemente en países OCDE, es decir, fuera de entornos con altos riesgos geopolíticos como Medio Oriente y sin garantías jurídicas como Argentina.
No cumple los requisitos
El gobierno venezolano ha puesto precio a Citgo: 12.000 millones de dólares, unos 9.000 millones de euros, el doble del dinero que Repsol recibió por salir de Argentina. Pero la empresa con sede en Houston no cumple con la primera premisa. Y la petrolera pública venezolana, que busca ansiosamente comprador, es consciente de ello. Por esa razón, el gobierno de Nicolás Maduro estaría dispuesto a ofrecer a la multinacional española mayores participaciones en la faja petrolífera del Orinoco, la zona con mayores reservas de crudo probadas del mundo.
Aunque Venezuela no parece el mejor de los escenarios después de la experiencia argentina, la empresa de Brufau mantiene excelentes relaciones con el presidente de la petrolera Rafael Ramírez y con el gobierno de Maduro.
Repsol firmó en Venezuela hace dos meses un acuerdo para la explotación de yacimientos de gas en un proyecto de inversión conjunta con la italiana ENI que asciende a 7.000 millones de dólares. Entonces Brufau se deshizo en agradecimientos a Nicolás Maduro por permitirle participar en un proyecto de tal envergadura.
Sólo amigos
Repsol no ha iniciado conversaciones con Venezuela para la compra de Citgo, aunque la multinacional no ha desmentido la intención de la petrolera venezolana –y de muchas otras– de endosarle activos.
Venezuela, quinto productor mundial de petróleo del mundo, sufre problemas de escasez de gasolina y su empresa productora comienza a tener graves problemas de financiación. La venta de Citgo sería un alivio que también permitiría al gobierno de Maduro evitar un posible embargo en Estados Unidos. Las petroleras Conoco-Phillips y Exxon-Mobil demandaron al gobierno venezolano en Washington por la modificación de las cláusulas de los contratos de explotación petrolera.
Citgo fue comprada en 1990, ocho años antes de la llegada de Hugo Chávez al poder, con la visión de aumentar los beneficios en Estados Unidos por la refinación y la colocación del petróleo venezolano a través de una red de gasolineras propia.