Unos 8.000 empleados de Caixabank salen a la calle para pedir al banco que rebaje la tensión comercial
Los trabajadores esperan que el banco anuncie nuevas medidas para mejorar su situación laboral después de concentrarse en doce ciudades este martes
«Somos personas, no máquinas» se podía leer en algunas pancartas este martes por las calles de Madrid, Barcelona o Valencia. Los trabajadores de Caixabank salieron a protestar frente a la sede del banco en distintos puntos del país para pedir que se relaje la presión comercial. Si bien, la situación se ha vuelto insostenible tras la fusión con Bankia, principalmente porque tienen que atender a un mayor número de clientes pero con menos oficinas y personal.
Según fuentes sindicales, unas 8.000 personas se concentraron en hasta doce ciudades del país para denunciar que la situación de la plantilla «es inaceptable» porque se les está exigiendo un esfuerzo comercial «sobrehumano» en un ambiente de tensión desmedida.
En Madrid se concentraron unas 1.500 personas frente a las Torres Kio, otras 1.000 en la Diagonal de Barcelona y unas 500 en Pintor Sorolla, en la sede del banco en Valencia. El resto, unas 5.000, entre Bilbao, Baleares, Burgos, Las Palmas, Murcia, Pamplona, Sevilla, Tenerife y Toledo.
En palabras de Begoña Peiró, presidenta de SECB, uno de los sindicatos mayoritarios del banco «entre 2018 y 2021 se han incrementado en un 81% las conductas agresivas que sufren los empleados del banco«. Se trata de amenazas, agresiones e insultos por parte de algunos clientes, que han provocado que se eleve el número de bajas por depresión y ansiedad.
Desde SECB recuerdan que llevan avisando al banco desde hace meses (incluso enviaron una carta al presidente y al consejero delegado del banco) de que los cierres de oficinas, la limitación de horarios de atención al público y la reducción de personal, sumado a los elevados objetivos comerciales que les exige el banco, llevaría a la plantilla al extremo. Como finalmente ha ocurrido.
El objetivo de estas protestas, por tanto, es que el banco tome conciencia y relaje los objetivos comerciales, o refuerce el personal de las oficinas para que puedan atender en buenas condiciones a todos los clientes. Los sindicatos creen que estas protestas, que ya sirvieron durante la negociación del ERE para evitar despidos forzosos, también tendrá eficacia ahora.
«Estamos esperando a que la dirección del banco nos concrete medidas» indica Ricard Ruiz, secretario general de CCOO en Caixabank. Y en función de si son suficientes o no, «se plantearán más movilizaciones o incluso paros en las oficinas y servicios centrales», asegura.