Un proveedor de Stellantis y Ford amenaza con una huelga indefinida
Los sindicatos de Kostal Eléctrica cierran una jornada de paros para protestar contra un ERE y sus medidas de acompañamiento
Mientras los fabricantes de la automoción hacen frente a una nueva ola de paros por la falta de piezas, Kostal Eléctrica, la firma especializada en componentes eléctricos para el grupo Stellantis, Ford o marcas como Mercedes, se encuentra inmersa en un conflicto laboral que podría alargarse. Los sindicatos de la planta situada en Santmenat (Barcelona) han cerrado este jueves una primera tanda de huelgas en protesta contra un expediente de regulación de empleo (ERE), que podrí desencadenar más paros si la filial española de la empresa alemana no da brazo a torcer.
Según fuentes sindicales, el 100% de la plantilla, formada por 745 trabajadores, mayormente mujeres de más de 40 años, ha secundado una convocatoria que se ha alargado desde el día 5 de setiembre hasta la madrugada de este jueves. La planta opera por turnos, de modo que los trabajadores han alargado los paros durante estos días para que se pudieran adherir el máximo número de empleados posible.
El conflicto laboral ha llegado a su pico esta semana, pero se desencadenó el pasado julio después que Kostal presentara un ere que afectaba a 109 trabajadores. El principal motivo de este expediente es un cambio de modelo de producción en la planta catalana propuesto por la empresa, que requiere menos mano de obra. La fábrica pasará de tener 30 líneas donde trabaja 20 piezas a contar con 14 líneas que fabricaran solo seis productos de mayor valor añadido.
Las piezas restantes tienen una menor proyección de futuro por estar vinculadas a vehículos de combustible y pasarán a producirse en la fábrica que la multinacional tienen en Tánger, Marruecos. Para los trabajadores, este cambio de modelo suscita un “proceso de deslocalización” en busca de “mano de obra barata”, con el único objetivo de “maximizar beneficios y desmantelar el tejido industrial”.
El impacto del ERE, reducido
Fruto de las negociaciones desarrolladas en los últimos días, Kostal ha reducido el impacto de los despidos hasta las 56 personas. Para esta cincuentena de trabajadores, la parte social pide medidas no lesivas como prejubilaciones, salidas voluntarias o recolocaciones en la propia compañía.
Sin embargo, el conflicto se focaliza, también, en las medidas complementarias al ERE propuestas por la empresa que afectarían al resto de empleados. Según los sindicatos, Kostal ha planteado la inaplicación preventiva del futuro convenio del metal de la provincia de Barcelona, ahora mismo en negociación, por las que no se aplicarían las cláusulas de revisión salariales que se acaben pactando. También se ha hablado de retocar cláusulas de flexibilidad incluidas en el convenio anterior o recortar una paga de absentismo.
Los sindicatos consideran que estas medidas complementarias son un retroceso en sus derechos laborales, por lo que han marcado “una línea roja”. Si la dirección no cede, este sería el principal motivo por el que se podría convocar una huelga a larga durada, incluso indefinida: “Si la empresa no flexiona un poco y empieza a hablar de otra manera, habrá otra huelga”.
«Ha hecho daño a la empresa»
En referencia al impacto económico de los paros, los sindicatos aseguran que no se ha “hablado de cifras”, pero que la huelga ha hecho “bastante daño a la empresa”, dado que desde el inicio de la convocatoria “no se ha producido nada”. Más allá de la fábrica catalana, la huelga no ha tenido fuertes consecuencias en los principales clientes de Kostal, pero paros reiterados podrían revertirse en la cadena de producción.
En este sentido, el conflicto laboral llega mientras los plantas de Stellantis en Zaragoza y en Vigo y la fábrica de Ford en Almussafes han anunciado la supresión de turnos en las últimas semanas por falta de piezas. Desde los sindicatos de Kostal, explican que los paros en la producción automovilista provocan fluctuaciones en la carga de trabajo y en sus calendarios, pero no a niveles preocupantes.
Economía Digital se ha puesto en contacto con Kostal Eléctrica, pero al cierre de esta edición no ha recibido respuesta.