Uniteco maniobra para controlar los colegios médicos de Madrid y Valencia
La junta directiva del colegio madrileño trata de evitar que la correduría Uniteco propicie elecciones anticipadas y promueva una candidatura afín que asuma el poder
Ha estallado la lucha por el control del Colegio de Médicos de Madrid. La pugna enfrenta a la junta directiva con la empresa que, con el apoyo tácito de la presidenta, se ha hecho con gran parte de los resortes del poder de la institución, la correduría de seguros Uniteco.
El colegio madrileño celebra mañana una asamblea de compromisarios decisiva para dilucidar en última instancia quién manda en la institución. La reunión ha sido impulsada por Uniteco, financiadora de la campaña electoral que le permitió acceder al cargo a la presidenta, y su objetivo es adelantar las elecciones programadas para mayo de 2012 para presentar una candidatura afín que desbanque a la actual junta encabezada por el vicepresidente, el doctor Miguel García Alarilla.
La junta rectora, en ausencia de una presidenta, Juliana Fariña, en paradero desconocido desde el 26 de octubre, ha movilizado a los compromisarios para que acudan a la reunión y aborten el intento de adelanto electoral. Una propuesta que persigue, según la junta, que Uniteco tome el control definitivo del Colegio financiando a una candidatura “títere” preparada para presentarse de forma inmediata. Al mismo tiempo, la correduría trataría de frenar la auditoría que sobre sus actividades en la institución ha puesto en marcha el equipo de García Alarilla.
Éste, en una carta a todos los compromisarios, les invoca a acudir a la asamblea tras acusar a Uniteco de haber usurpado la representación del Colegio para lograr en nombre de este el apoyo y la firma de un tercio de los compromisarios, el umbral que, según los estatutos, permite convocar una asamblea extraordinaria. La junta en bloque, salvo la citada Fariñas y una vocal alineada con Uniteco, quiere evitar la convocatoria electoral anticipada y dar tiempo a la presentación de candidaturas siguiendo la hoja de ruta prevista hasta ahora.
El conflicto viene de lejos. Arranca con las elecciones de 2008, en las que gana la candidatura de Fariña con el apoyo financiero de Uniteco. Una vez al frente del Colegio, la correduría se hizo cargo de la gestión de los seguros del colectivo, un negocio pingüe si tenemos en cuenta las coberturas habituales que precisan los galenos y las comisiones que cargan los intermediarios del sector. En los seguros de riesgo la tarifa de las corredurías llegan hasta el 70% de la prima y en los de responsabilidad civil y salud se sitúan en el 20%, según fuentes del sector.
Influencia creciente
La influencia de Uniteco sobre el colegio fue creciendo, al igual que su poder, favorecido por la ausencia prolongada de la presidenta por enfermedad. Ahora, según el equipo de gobierno, se ha hecho con el control de todo los servicios de la institución que pueden dejar dinero: congresos, catering, seguridad, revista o página web. Para el equipo de gobierno, la presidenta está siendo manipulada por esta empresa y sus decisiones pueden responder a intereses ajenos a los del colegio.
Hace unos meses, Uniteco trató de imponer la renovación del acuerdo hasta el año 2019. Esta propuesta fue rechazada por la junta por “exceder con creces el tiempo de su mandato y por ir contra los intereses de los colegiados”. El acuerdo actual expira en 2013. Este diario ha intentado conocer la versión de Uniteco de este conflicto, pero la correduría ha declinado darla.
Según anunció la semana pasada uno de los vocales de la junta, en estos momentos habría dos candidaturas posibles para dirigir el Colegio. La encabezada por el actual vicepresidente y la promovida por Uniteco en la que irían, entre otros, Jesús Lago, actual director de la Fundación del Colegio de Médicos y marido de la vocal disidente, Sara Vázquez. La posición en el conflicto de Fariña, que acaba de delegar en Lago, ex gerente del Hospital de Arganda cesado por el ex consejero Juan José Güemes, todos sus poderes queda bastante clara.
Lago asistirá a todas las reuniones de la junta directiva. Deberá estar informado de todas las gestiones que se realicen en todos los ámbitos del colegio, y asistirá como su asesor acompañándole en todas las permanentes y plenos a los que ella asista y en todo caso asistiendo a todas a las que no pueda asistir para tenerle directamente informada.
Conflicto en Valencia
Pero la batalla de la institución colegial de Madrid no es la única. En el Colegio de Médicos de Valencia se está gestando un conflicto con tintes similares: el descontento crece por el protagonismo creciente de Uniteco y miembros de la junta quieren recuperar parcelas de poder y gestión ahora en manos de Uniteco. La propia presidenta, Rosa Fuster, aupada a ese cargo con el apoyo de la correduría, se plantea ahora recuperar parcelas de poder, según fuentes solventes. Oficialmente, el Colegio de Médicos no ha facilitado su versión.
Uniteco también intentó introducirse en el Colegio de Médicos de Sevilla. Sus gestiones acabaron con una denuncia ante la policía de su presidente, Carlos González Vilardell, por un presunto intento de chantaje y soborno por parte de un empleado de la entidad aseguradora en vísperas de las elecciones a la institución colegial. Esa denuncia acabó en los juzgados y finalmente se ha saldado con un acuerdo, según fuentes de esta institución, que no han facilitado los términos del mismo.