Unicaja cubre el 70% de las salidas del ERE a dos semanas de que cierre el plazo
Un total de 1.063 empleados se han presentado voluntarios para abandonar su puesto en el plan de reestructuración del banco
El goteo de adhesiones al plan de bajas voluntarias de Unicaja cada vez está más cerca de completarse. Un total de 1.063 empleados de la entidad bancaria se han sumado ya al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que ha puesto en marcha la entidad, cuando quedan todavía dos semanas para que venza el plazo máximo establecido.
El sindicato CIC, una de las organizaciones presentes en la mesa de negociación del ERE, ha comunicado esta nueva cifra de adhesiones, que permite dar por cubierto ya cerca del 70% del total de las 1.513 bajas que Unicaja pretendía conseguir con su estrategia de reestructuración. Casi un millar de empleados han presentado ya la documentación desde que se abrió la veda el 15 de diciembre.
Los empleados tienen de plazo hasta el próximo 15 de enero para sumarse al proceso de despido colectivo. Una vez que venza ese tiempo, el banco se ha reservado un periodo adicional de un mes para analizar si los perfiles presentados cumplen con los requisitos para poder dejar su puesto antes de hacer oficial el final de su contrato.
Unicaja precisa 300 bajas voluntarias más para evitar despidos forzosos
Si esta tendencia se mantiene en los próximos días, el banco podría no tener que recurrir a bajas forzadas para completar el cupo. Unicaja ya garantizó a los sindicatos que no habría ninguna salida obligada si se llegaba al menos a las 1.314 adhesiones voluntarias. Con las cuentas sobre la mesa, quedarían menos de 300 nombres para poner fin al proceso.
El ERE es una de las estrategias clave que ha puesto sobre la mesa Unicaja para reestructurarse después de haber alcanzado un acuerdo con Liberbank para fusionarse bajo un mismo nombre y convertirse en el quinto banco en activos de España. Además de las 1.513 salidas, la entidad también ha aprovechado para prejubilar a otros 1.200 trabajadores.
El recorte de personal permitirá acometer el cierre de 395 oficinas repartidas por todo el país, en la línea de las estrategias que están adoptando el resto de bancos en esta fase creciente de fusiones y absorciones. Caixabank, por ejemplo, materializará el 1 de enero las salidas de otros 2.900 empleados como parte de su reestructuración tras su unión con Bankia.