Desde subidas salariales hasta reordenación de personal en oficinas: la ‘batalla’ que se avecina en Unicaja Banco
Por el momento, las negociaciones entre Unicaja Banco y la plantilla están estancadas
Subsanada la guerra interna, en Unicaja Banco todavía hay cabos sueltos. Aunque la entidad malagueña ha dado un paso adelante con el nombramiento de Isidro Rubiales como nuevo CEO, aún tiene que solventar otros problemas que, de no concretarse en un espacio corto de tiempo, irán a peor.
Se podría decir que la ‘nueva’ cúpula directiva tiene que recoger los platos rotos por Manuel Menéndez, quien sigue ostentando el puesto de CEO hasta que las autoridades competentes den su ‘ok’ a la incorporación de Rubiales. El consejero delegado en funciones maneja el área de organización y negocio de la compañía, una de las que ha causado más problemas en los últimos meses puesto que afecta directamente a la plantilla.
Los empleados del banco han mostrado su hartazgo en numerosas ocasiones. De hecho, en el último año y medio, han organizado huelgas y concentraciones frente a la sede de la entidad andaluza y en varias sucursales repartidas por España. Pese a que la salida de Menéndez placa mínimamente los ánimos de los trabajadores de Unicaja Banco, estos esperan que el nuevo Consejo de Administración aborde la problemática relacionada con los salarios de la plantilla, así como la reordenación del personal en oficinas, o la flexibilización de las condiciones financieras en préstamos o depósitos para trabajadores, entre otras cosas.
Unicaja Banco deberá calmar las aguas
Dicho de otra manera, la plantilla espera que Unicaja Banco retome las conversaciones con los trabajadores para abordar diferentes aspectos que, desde hace tiempo, generan fricción en la entidad. Fuentes internas indican a este medio que, hoy por hoy, «las relaciones laborales están estancadas«.
Aunque la guerra interna vivida en el seno de la entidad en el último año y medio es lo que ha copado la atención mediática, los trabajadores son los principales perjudicados de una situación anómala que ha llevado a generar un «ambiente tóxico» en la compañía, tal y como explican fuentes internas a ECONOMÍA DIGITAL.
Ahora, con la salida anunciada de Menéndez y la incorporación de Rubiales como nuevo CEO, desde los sindicatos esperan que Unicaja reabra las conversaciones con la plantilla, las cuales, hoy por hoy, «están en stand-by«, como expresan fuentes internas y como informó este diario. Desde las organizaciones sindicales denuncian la «ilógica» de haber llevado a cabo movimientos que atañen directamente a los empleados sin previa consulta. Al mismo tiempo, los trabajadores reafirman su malestar con la compañía y el desapego hacia Unicaja Banco vista en los últimos meses.
Los empleados de Unicaja, «los peores pagados del sector»
Pese a que la incorporación de Rubiales como nuevo ‘número uno’ de la firma malagueña convence a todas las partes, los trabajadores acogen la llegada con cierta «inquietud», ya que «no hay tiempo que perder» para volver a negociar todo lo planteado por la plantilla. El nuevo CEO, quien conoce los problemas de la casa, sabe de las peticiones que vienen haciendo los empleados del banco y de las repetidas quejas que denuncian los sindicatos de la entidad bancaria.
Los salarios son uno de los puntos que generan mayor fricción. Tal y como expresan fuentes internas de la entidad a este medio, los empleados de Unicaja «son los peores pagados del sector». De hecho, desde hace varios meses resuena en la firma bancaria un ajuste de los salarios a proporción al IPC que no llega. Y es que Unicaja es el único banco español que no ha elevado la remuneración a sus empleados en lo que va de año.
Según señala un trabajador de Unicaja que, a finales de julio, mandó una carta abierta a la entidad, entre enero y junio, su nómina recoge 600 euros menos mientras que la hipoteca al empleado ha subido un 2%.
Reajustes de personal en plantilla, condiciones financieras más favorables…
Otro de los apartados que abordará Unicaja Banco es la reordenación de personal en oficinas. Tal y como señalan fuentes sindicales, «hay sucursales de ocho personas en las que están dos, mientras que hay oficinas de diez que están llenas«. Este problema deviene de la gestión de Menéndez, puesto que, como CEO, controla el área de organización y de negocio de Unicaja Banco, tal y como señaló este medio.
La flexibilización de las condiciones financieras en el activo y pasivo de Unicaja para empleados es otra de las peticiones que ha lanzado la plantilla en numerosas ocasiones. Reclaman una posición más laxa con los tipos a la hora de adquirir un producto de la entidad, ya que no entienden como, en determinados productos, pagan más que un cliente ajeno al banco, como señalan fuentes internas a este medio.
Sea como fuere, Rubiales cogerá las riendas de la entidad con varios problemas por solventar, todos ellos de afección directa a la plantilla. Como explicó este medio, la plantilla vive una desconexión moral con Unicaja Banco desde hace tiempo, y esta es una de las peticiones que lanzan al nuevo CEO: reconectar mentalmente a los empleados con la entidad. Pese a ello, son varios frentes los que tiene que cubrir. Por lo pronto, Unicaja deberá volver a negociar con la plantilla para evitar males mayores.