El peor final de la era Menéndez: se irá de Unicaja con una caída del beneficio del 20%
Según el consenso de mercado de varias casas de análisis, Unicaja Banco cerrará el semestre con una caída del beneficio de un 20%, hasta los 131 millones
Las ganancias semestrales de Unicaja Banco no esmaltarán el final de la etapa de Menéndez como CEO de la compañía. En un momento en el que el banco está definiendo la salida del banquero asturiano, Unicaja también se acerca a la fecha en la que deberá comunicar sus resultados del segundo trimestre y, por ende, del primer semestre, a sus accionistas. Y en este apartado, el consenso de mercado tiene claro que los beneficios del banco malagueño no serán mejores que los del primer semestre del año anterior.
Tal y como detalla el consenso de analistas aglutinado por Bloomberg, Unicaja Banco cerrará el segundo trimestre con unas ganancias de 97,4 millones de euros que, agregado a los 34 millones de euros que ganó en el primer tramo del año, suponen un beneficio de 131 millones de euros al cierre del semestre. En una línea similar, los expertos de S&P Global Market Intelligence determinan que Unicaja Banco cerrará los primeros seis meses con unas ganancias de 132 millones de euros, ligeramente superiores a las proyectadas por los expertos aglutinados por Bloomberg.
Sea como fuere, Manuel Menéndez se despedirá de la compañía en un momento en el que esta está tratando de solventar sus problemas de gobernanza y, además de ello, con unas ganancias un 20% inferiores al primer semestre de 2022, tramo en el que ganaron 165 millones de euros. Pese a que Unicaja Banco no se sale del carril de los beneficios, los expertos alertan de un bajón de las ganancias motivados por el actual contexto macroeconómico y su efecto sobre los principales negocios de la entidad bancaria malagueña.
El efecto de las subidas de tipos podría acentuarse en Unicaja Banco
Cabe destacar que ya en el primer trimestre, el mercado apreció un descenso de las ganancias que Unicaja Banco justificó por el pago del gravamen extraordinario del Gobierno. Los 34 millones de beneficio que el banco se apuntó en los tres primeros meses de 2023 supusieron una caída de las ganancias superior al 43%.
Y es que, atendiendo a las métricas y parcelas comerciales de la entidad, en el primer tramo del ejercicio se vio un descenso en la caída de crédito a administraciones públicas del 7,3%, un incremento de los dudosos de garantía hipotecaria del 1,3% y una menor concesión de préstamos y anticipos a coste amortizado del 1%, todo ello comparado con respecto al cuarto trimestre de 2022.
El quid de la cuestión está en que, en el segundo cuarto de 2023, las condiciones monetarias se han seguido endureciendo, y los expertos y supervisores alertan de una traslación rápida de las subidas de tipos sobre los productos bancarios, algo que ya se está haciendo sentir sobre los clientes financieros quienes tienen más problemas para pagar las cuotas. Sin olvidar que la demanda de préstamos se ha retrotraído.
El 60% de la cartera crediticia del banco son hipotecas
En el caso de Unicaja Banco, gran parte de su negocio está sujeto a la concesión de las hipotecas, una parcela que se ha visto lastrada por la política económica restrictiva no tanto en las ganancias de los bancos, que podría ser superiores si la morosidad es estable, sino en las condiciones de acceso a un préstamo para vivienda y, sobre todo, al encarecimiento de las mensualidades. Según las cuentas de la firma presidida por Manuel Azuaga, el 60% de la cartera crediticia está vinculada a las hipotecas.
Todo esto adelanta que los resultados de Unicaja, pese a ser mejores que los del primer trimestre, también mostraran un deterioro en ciertos puntos que resultan clave para el negocio de la entidad con sede en Málaga. De ahí que las proyecciones de los analistas apunten a un descenso de las ganancias del 20% con respecto al primer semestre de 2022.
Julio, mes clave para la resolución de la salida de Menéndez
El banco andaluz presenta sus resultados el próximo 27 de julio, coincidiendo con los que deberían ser los últimos días de Manuel Menéndez como CEO de la entidad. Cabe recordar que, el pasado 1 de junio, el Consejo de Administración acordó por unanimidad el cese del banquero procedente de Liberbank tras varios meses de continuos problemas con otros miembros de las altas esferas de la firma financiera, los cuales han terminado por agravar una crisis de gobernanza que no ha pasado desapercibida ni para el Banco Central Europeo, ni tampoco para el Gobierno.
Sea como fuere, y contando con que el cese de Menéndez es un primer paso para solventar la crisis de gobernanza, se trata de una salida en diferido. Es decir, el directivo sigue siendo CEO hasta que el banco incorpore al que será su sustituto. El problema, tal y como informó ECONOMÍA DIGITAL, reside en que a Unicaja Banco se le acaba el tiempo para nombrar al nuevo consejero delegado. Según remarca el pacto de la fusión entre la entidad andaluza y Liberbank, a los dos años de la rúbrica entre bancos (es decir, ahora), el CEO pasa a tomar las funciones del presidente ejecutivo, y este, pasa a tener funciones no ejecutivas.
El problema reside en que Unicaja Banco encara su ‘deadline’ con un CEO cesado que, si nada cambia, asumirá las funciones de Manuel Azuaga a final de mes. Pese a que el diario ElConfidencial informó de que Unicaja Banco haría efectivo el cambio de consejero para después de verano, para que así Azuaga retuviera sus funciones, por el momento, la entidad no ha comunicado nada al respecto.
Como fuere, y viendo las proyecciones de los analistas, el banco malagueño encara el final de la era Menéndez con unos beneficios que serán un 20% inferiores con respecto a los del primer semestre de 2022.