Unicaja afronta cambios en el consejo en plena batalla por el poder
La junta de accionistas tiene que aprobar el nombramiento de cuatro nuevos consejeros dominicales y ratificar los dos consejeros independientes
Unicaja se enfrenta a una semana clave para definir su gobernanza. En medio de las tensiones que ha vivido la entidad en los últimos meses entre la facción más cercana a la órbita asturiana de Liberbank y la malagueña, el banco entra en la recta final para aprobar renovación de su consejo, paso previo para el envío de su plan de sucesión al Banco Central Europeo. La junta de accionistas de este jueves tiene que aprobar el nombramiento de los cuatro nuevos consejeros dominicales propuestos por la fundación y ratificar a los dos consejeros independientes, que fueron nombrados a lo largo del pasado ejercicio y sobre los que planean dudas por su posible cercanía al lado asturiano, que lidera el CEO Manuel Menéndez.
La votación que, en otras circunstancias debería ser un mero trámite, llega en medio de las dudas existentes sobre el control del poder en la antigua caja de ahorros donde la facción más cercana al bando asturiano de Liberbank parecía haberse impuesto en los últimos tiempos. Y con el BCE muy pendiente de los pasos que siga el banco en su gobernanza. Tras el nombramiento de los nuevos consejeros, la entidad que preside Manuel Azuaga deberá ya enviar al regulador su plan de sucesión después de haber sido aprobada en enero una prórroga por parte del supervisor. Todo con el trasfondo de la renuncia del expresidente de la fundación, Braulio Medel, hace un año tras las dudas sobre su idoneidad.
Este jueves, la junta de accionistas afrontar, por un lado, la votación del nombramiento de los cuatro nuevos consejeros dominicales Miguel González Moreno, Juan Antonio Izaguirre Ventosa, Natalia Sánchez Romero y José Ramón Sánchez Serrano, propuestos por la Fundación Unicaja. Pero, además, tiene que votar la ratificación de los dos independientes Isidoro Unda y Maite Costa, más próximos al entorno de Liberbank.
Esta renovación, también ha levantado dudas entre los representantes de los trabajadores, que como ocurre en el caso de muchos bancos suelen tener también representación como accionistas. Desde CCOO, se han posicionado ya en que votarán en contra de estos consejeros independientes porque consideran que su proximidad al segmento de Liberbank. «Porque no se trata de entablar un pulso entre los territorios de origen, sino de elegir entre dos modelos
de gobierno y dirección muy distintos: entre la profesionalidad o la deriva corporativa», señalan en una nota.
Por su parte, desde UGT tienen dudas también sobre el modelo de negocio implantado por los directivos procedentes de Liberbank. En este aspecto, desde el sindicato muestran su recelo a que todo vaya enfocado a la venta del banco en un “corto periodo de tiempo”.
Algo que no hace más que sumar más dudas a una junta que es un punto más en la batalla que se vive en el que se ha convertido en quinto banco de España por activos. La fusión entre Unicaja y Liberbank se ha saldado con un banco tensionado en el control de la entidad que lleva meses acumulando informaciones sobre su gestión, que no han cesado tras la salida de Braulio Medel como presidente de la fundación y su renuncia a la presidencia emérita de Unicaja Banco.
La salida de Braulio Medel de la fundación Unicaja
La ley de Cajas de Ahorros estableció las condiciones para que las antiguas cajas de ahorro, que no habían acabado compradas por grandes entidades, pasaran a convertirse en bancos. En esta regulación se establecían la separación entre el banco y la fundación, así como el porcentaje máximo de control que esta podría tener sobre la entidad. En el caso de Unicaja, tras la fusión con Liberbank, las dudas surgieron sobre la idoneidad del presidente de la Fundación, Braulio Medel.
El protectorado de las fundaciones bancarias, un organismo dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos, expresó en abril de 2022 serias dudas de que concurrieran la necesaria idoneidad y honorabilidad comercial y profesional en Braulio Medel para desempeñar su función. Además, cuestionó que Medel ejerciera en beneficio exclusivo de los intereses de la Fundación Unicaja y que hiciera una adecuada gestión de su participación en el banco. Esto acabó desembocando en la renuncia de Medel de su cargo y posteriormente se vio forzado también a renunciar a la presidencia emérita de la entidad.
El origen de la crisis entre la Fundación Unicaja y Unicaja Banco está también en una guerra de poder entre consejeros, de hecho, se sitúa en un supuesto alineamiento de los consejeros que representan a la fundación en la entidad bancaria con el bloque del consejo de administración procedente de Liberbank, absorbida por Unicaja Banco. Esta situación habría alterado el reparto de poder interno al que se había llegado tras la fusión.
El organismo tras haber recibido documentación y consultas sobre la situación en la entidad, acabó considerando que esta situación suponía un riesgo para la gobernanza de Unicaja Banco. En concreto, el organismo se refirió a que las dimisiones de consejeros que se produjeron, y de las que se vota su nombramiento en esta junta, era una prueba de la crisis existente en la entidad.