Una empresa participada por la Generalitat satura los juzgados
Idiada, controlada por Applus pero con participación pública, recibe una cascada de denuncias e inspecciones laborales, pero el Govern no se pronuncia
Applus Idiada, empresa de ensayos y homologación de automóviles participada en un 20% por la Generalitat, tiene trabajo en los juzgados. A las 19 denuncias puestas por su comité de empresa en septiembre ante la Inspección de Trabajo, en los últimos días ha recibido otra demanda en los juzgados de Tarragona y está pendiente de juicio por un accidente grave en sus pistas.
El comité de empresa de Idiada, controlado por UGT, ha intensificado su lucha contra la compañía en las últimas semanas. Dicho sindicato denuncia graves carencias en materia de seguridad laboral: desde escasez de medidas de prevención hasta falta de formación de la plantilla, pasando por semanas laborales muy largas.
La compañía se dedica a homologar vehículos. Por motivos de confidencialidad, no puede nombrar a sus clientes, pero trabaja para todas las marcas. Las pruebas se realizan en sus once circuitos, que se encuentran en el municipio tarraconense de Santa Oliva, y en carretera. Cuentan con un circuito oval de 8 kilómetros y varios más pequeños en su interior.
En ellos realizan todo tipo de pruebas: desde velocidad, circulando a 250 kilómetros por hora, hasta de frenado, pasando por cambios bruscos de carril a altas velocidades, pruebas en mojado, etc. «Muchas de las pruebas se hacen en el circuito oval (de cuatro carriles), donde puede haber hasta 45 coches a la vez», explica Manel Grau, presidente del comité de empresa. «Puedes encontrarte un coche haciendo cambios de carril mientras viene otro a 250», añade.
¿Medidas de seguridad?
¿Cómo se protegen ante estos riesgos? De ningún modo, según UGT. Sólo llevan casco los que hacen la prueba a 250 kilómetros por hora, pero «nadie controla si lo llevan o no». Tampoco usan trajes ignífugos en pruebas con riesgo de incendio ni sistemas antivuelco en los vehículos. Por culpa de no usarlos, según el comité de empresa, un conductor perdió una mano en un accidente. El juicio debía celebrarse hace unos días, pero se aplazó a instancias de la compañía.
Applus Idiada asegura que «cuenta y cumple con todos los protocolos de prevención de riesgos y, además, dispone de medidas adicionales más restrictivas que la propia norma». También que tiene «una ambulancia totalmente equipada» para los casos de accidente, con un equipo médico operativo 24 horas. Los sindicatos alertan de que tiene más de 25 años y no está en condiciones, por lo que, algunas marcas, contratan ambulancias y bomberos extra para las pruebas de sus modelos.
Otra denuncia de los sindicatos es sobre la formación de los conductores: «No hay ninguna formación. Se cogen a chicos jóvenes, con pocos años de carnet, a través de ETT y mal pagados, y sólo se les hace una prueba, pero no es un curso ni un examen, sólo es para saber qué nivel tienen», asegura Manel Grau. Idiada responde que todos sus trabajadores están cualificados y reciben un plan de formación. En 2016 se realizaron 1.000 horas de formación, según la empresa.
Semanas muy largas
Las quejas no terminan aquí. El comité de empresa denuncia que trabajan en semanas de siete días, con tres de descanso, y que, como venganza por sus protestas, han ampliado hasta un máximo de nueve días seguidos y 18 de 19 trabajados. Idiada asegura que estos turnos de nueve días sólo se hacen una vez al año para cuadrar calendarios.
Todas estas condiciones crean una alta accidentalidad, según los sindicatos, sobre todo por choques por alcance e incendios. Sólo en pista –sin contar las pruebas en taller–, fueron once en 2016, y 45 en los últimos cuatro años. El accidente más importante lo sufrieron hace diez años, con dos muertos por un choque por alcance. Manel Grau lamenta, además, que los únicos avances en prevención se hacen después de multas o sentencias desfavorables para la compañía.
Idiada, en cambio, tiene unas cifras de siniestralidad muy distintas: cifra en cero los accidentes en pista con baja, y en cinco los totales en la empresa: «Los accidentes con baja se han reducido más de cuatro veces en los dos últimos años, de 22 en 2014 a 5 en 2016. La práctica totalidad son accidentes leves».
Decenas de casos judicializados
Idiada y los sindicatos tienen decenas de casos en los juzgados y en la Inspección de Trabajo. La última denuncia la presentó el comité de empresa la semana pasada en los juzgados de Tarragona en relación con los turnos de nueve días. Según UGT, no respetan la ley en cuanto a los descansos de los trabajadores.
Hace dos semanas debía celebrarse el juicio de un trabajador contra la empresa, aunque finalmente se pospuso. El empleado conducía a alta velocidad, volcó y perdió una mano. Según los sindicatos, con un sistema antivuelco habría salido ileso. Idiada no quiere comentar el incidente.
Además, la semana pasada la Inspección de Trabajo volvió a pasar por las instalaciones de la compañía en Santa Oliva. La visita venía por un empleado que se electrocutó y por algunas denuncias por daños en la espalda un una prueba concreta, en la que se pone el coche en un circuito con altas vibraciones para probar su resistencia. La compañía no las considera enfermedades profesionales.
Estos casos se suman a las 19 denuncias que puso el comité de empresa en septiembre, y que están siendo investigadas por la Inspección de Trabajo. Una de ellas es por la electrocución, por falta de medios y formación del trabajador, otras son por diferentes carencias de prevención o por el impago de horas extra.
La Generalitat no se pronuncia
Idiada, que tiene un negocio de unos 120 millones de euros, está integrada en el grupo Applus. Pero un 20% de su accionariado es de la Generalitat, a través de Avançsa, que tiene a dos sillas en su consejo de administración. Es por ello que el comité de empresa de Idiada ha contactado varias veces a la Generalitat para explicarle la situación en la que trabajan, pero no han conseguido avances.
Economía Digital preguntó al Govern si conoce las condiciones laborales en Idiada, si apoya a la dirección de la compañía ante los ataques de los sindicatos o si, por el contrario, piensa hacer algo para mejorar las condiciones. Tras una semana de intentos, no consiguió ninguna respuesta.