Una empresa fantasma en Costa Rica tiene como cliente a Bodegas Torres
La compañÃa desvió 3 millones sólo a través de Promotora de Mercadotecnia en seis años, según la denuncia presentada ante el Banco de España
La empresa fantasma en Costa Rica que Bodegas Torres utilizaba para blanquear capitales en paraísos fiscales tenía un solo cliente: la propia Bodegas Torres. La compañía Promotora de Mercadotecnia, cuya dirección fiscal es “Barreal de Heredia, Instalaciones del Cenada, detrás del Banco de Costa Rica”, emitió su primera factura el 31 de agosto de 2004.
Desde entonces ha seguido un modelo de facturación sistemático. Sus facturas numeradas sólo tenían un único cliente: la productora de vinos catalana que presuntamente había fijado un mecanismo de sobrefacturación de cajas de brandy con su filial en México, La Negrita, para desviar fondos a paraísos fiscales, según una denuncia presentada por su exdistribuidor en Bolivia, San Jorge, y Manos Limpias.
Sólo con la empresa fantasma denunciada ante la Comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias del Banco de España (Sepblac), Torres habría desviado unos 3 millones de euros entre 2004 y 2010, según los mismos datos. Pero ese mecanismo no era la única vía para retirar dinero de España.
Resaca fiscal de vino y brandy
Torres utilizaba, según la denuncia, un doble mecanismo para defraudar. A través de sus filiales Mexicanas, La Negrita DF y La Negrita Guadalajara, fijaba una sobrefacturación en las botellas de brandy en torno al 15%. Por otra parte, las filiales mexicanas facturaban acciones de márketing inexistentes para que Bodegas Torres pudiera cobrar las subvenciones europeas destinadas a la exportación del vino.
Con facturas de empresas fantasma en Estados Unidos como Provintra, Torres lograba desviar el dinero de la Unión Europea destinado a promover el vino fuera de las fronteras comunitarias, de acuerdo con las denuncias cursadas en los juzgados de Vilafranca y el Parlamento Europeo.
Torres cobraba las ayudas europeas en su cuenta del Banco Santander en España y de allí, los fondos eran transferidos a la cuenta del Citibank de Miguel Torres USA, empresa que tiene el 10% del distribuidor estadounidense Dreyfus Ashby and Co. Los fondos, finalmente, eran enviados a cuentas en Irlanda, Andorra y Bahamas, según los mismos datos.
El manual defraudador
La complicada estructura defraudadora hacía inentendible la trama para los propios responsables de Torres, por lo cual uno de los responsables financieros de la compañía elaboró un sucinto y didáctico manual en el que detallaba a sus compañeros cómo defraudar de forma creíble y en el que se especificaba las cantidades evadidas que ya habían prescrito en caso de que Hacienda descubriese el fraude.
La empresa, que en principio niega todas las ilegalidades y que guardará silencio hasta que no reciba la notificación oficial de la denuncia, ha designado a Cristóbal Martell, el mismo abogado de la familia Pujol y de los Núñez, como defensor en los procesos judiciales abiertos.