Una empresa de los Carulla aplica un ERE temporal para afrontar el desplome de las ventas

Bicentury, la división de dietética de Agrolimen, aplica medidas de flexibilidad laboral para contrarrestar una caída de facturación que compromete el futuro de la empresa

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La familia Carulla —investigada judicialmente por un presunto delito de evasión fiscal de aproximadamente 60 millones de euros–, propietaria del grupo industrial Agrolimen, está maniobrando para superar un importante bache de ventas. Situación que compromete el futuro de una de sus filiales, según admiten fuentes del grupo.

Bicentury, propiedad al 100% de Agrolimen y especializada en productos de dietética, ha planteado un expediente de regulación temporal de empleo (ERET) como opción preferente para reconducir la actual coyuntura y conservar el empleo. La crisis no pasa de largo ni tan siquiera ante los sólidos conglomerados alimentarios, menos sensibles a las caídas de consumo, que ahora también están sufriendo.

La compañía, con sede en Girona, ha visto como sus ventas se han venido abajo un 8% de enero a agosto en relación con el mismo periodo del año anterior. El descenso es de dos dígitos, aproximadamente un 11%, si se toma como referencia el ejercicio 2008, momento de oro para la compañía de los Carulla y etapa en la que logró su pico de ventas. Sin embargo, Bicentury “continúa siendo rentable”, según ha confirmado su director, Jose Navas, a Economía Digital.

Flexibilidad

Los problemas son dos: la caída del consumo –sus productos no son de primera necesidad y han irrumpido nuevos actores en el mercado– y la estacionalidad de su actividad. La clave para conservar todo el empleo y garantizar la continuidad de Bicentury es la flexibilidad. La plantilla la componen 204 profesionales, 201 con contrato indefinido. Según diagnostican sus directivos, si la plantilla se amolda a las necesidades de producción, saldrán adelante.

Estos argumentos han calado entre los trabajadores que mayoritariamente han votado para que se aplique la medida temporal. En principio, se solicitará en el menor de sus tramos previstos, el de 180 días. El expediente sólo se aplicaría un máximo de 30 días al año. “Nuestra producción se resiente en agosto y en navidades”, explica Navas. La regulación también afectará a los directivos. El objetivo es que no altere las cotizaciones por jubilación ni los derechos devengados en prestaciones de desempleo.

El compromiso de Bicentury es continuar con la producción en Girona a pesar de que existen planes de internacionalización. “Nuestro objetivo es conservar el talento que hay en Bicentury”, explica su director. Navas atribuye el lanzamiento de varios productos inéditos al mercado al esfuerzo “de toda la plantilla”.

Internacionalización

Además de regular el empleo para evitar la destrucción de puestos de trabajo, Bicentury estimulará la internacionalización de su actividad. De momento, iniciará la exportación de sus productos aunque descarta producirlos fuera de Catalunya.

El plan de crecimiento ya está dando sus primeros resultados. Las ventas en el extranjero han crecido un 50%. Sin embargo, de momento apenas suponen el 25% de los ingresos. El resto se factura en España, donde mejorará su distribución mediante acuerdos con más supermercados. En lo que va de año, la filial de Agrolimen ha ingresado en caja 36,5 millones de euros.

Ismael García Villarejo

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