Una docena de empresas se interesan por la fábrica de Nissan en Barcelona
KPMG cribará los acercamientos por la instalación catalana durante el mes de marzo. La empresa y la plantilla prefieren un fabricante de automóviles
La reindustrialización de Nissan Barcelona encara su mes decisivo todavía con pocas certezas. La consultora KPMG debe analizar a lo largo de marzo las distintas muestras de interés que llegaron tanto a la compañía como al Ministerio de Industria y a la Generalitat de Catalunya. En tres semanas, la firma tendrá que haber cribado el grano de la paja de entre las doce compañías que picaron a la puerta de los terrenos de la automovilística.
Según explican fuentes cercanas al proceso, hasta una docena de compañías se interesaron por los terrenos ubicados en la Zona Franca barcelonesa. Como ya informó la mesa de reindustrialización en varias ocasiones, los interesados se dividen entre fabricantes de vehículos eléctricos, productores de baterías y diversas firmas que formarían un hub de electromovilidad. También hay opciones menos probables, como la de instalar un parque de placas fotovoltaicas, tal y como pretende uno de los candidatos que, con toda probabilidad, será descartado.
Los nombres con los que se vincula la instalación se reparten por el globo. Al inicio del procedimiento salieron a la palestra los nombres de los fabricantes de baterías Schneider (Francia) y LG Chem (Corea del Sur) y en las últimas semanas hizo público su interés la compañía de furgonetas eléctricas Inzile (Suecia). También organizaciones chinas y estadounidenses, de las que no ha trascendido el nombre, se acercaron a la instalación, añaden las mismas voces.
Aunque KPMG se dio de plazo hasta el 31 de marzo, las distintas fuentes consultadas esperan que ya aporte novedades en la reunión convocada el 18 de marzo. Desde que fue contratada, la firma se reunió tanto con la empresa como con la administración y los sindicatos, y todas las partes le transmitieron que debía primar la opción que garantizara un mayor número de puestos de trabajo.
Será con la entrada de abril cuando se deberá optar por alguna de las opciones que queden sobre la mesa. Las distintas voces consultadas señalan que la opción preferida de los miembros de la mesa de reindustrialización es que los terrenos de Nissan alberguen un nuevo fabricante de automóviles, ya sean eléctricos o híbridos.
«Tener una fábrica de coches ya montada es un activo que hay que poner en valor»
Para empezar, por motivos laborales: una planta de automóviles es la opción que más empleos garantizaría; muy por encima de un centro de producción de celdas o de ensamblaje de baterías. En segundo lugar, por costes: de instalarse otra actividad habría que desinfectar el suelo de la fábrica actual y retirar todas las líneas de montaje existentes ahora mismo.
Además, el calendario aprieta. Nissan abandonará Barcelona en diciembre de 2021 y la única opción de reiniciar la actividad en enero de 2022 sería hacerlo de la mano de una empresa que no tuviera que desmontar la instalación, señala una de las fuentes consultadas. “Lo más complicado de este tipo de procedimientos siempre es cuadrar el calendario del comprador con el del vendedor, y más en un proceso como este, que ya nació con retraso. Debió haber comenzado en agosto, cuando se firmó el acuerdo con la plantilla”, señalan.
«Tener una fábrica de coches ya montada en Europa Occidental es un activo inestimable para automovilísticas que todavía no producen o tienen escasa implementación en Europa. Eso hay que ponerlo en valor», añaden.
A vueltas con las baterías eléctricas
En la mesa se prefiere la opción de dar entrada a un fabricante de automóviles antes que a un productor de baterías. Fabricar las celdas de los cargadores todavía cubriría parte de los puestos de trabajo, pero el mero montaje de las piezas apenas serviría para dar salida a unos pocos empleados adheridos al plan de reindustrialización.
Se da la circunstancia, además, de que varias fuentes señalan que los dos nombres que salieron a la luz el año pasado —Schneider y LG Chem— habrían enfriado su interés por los terrenos catalanes, según fuentes del sector. En su prioridad estaría ahora desarrollar proyectos similares en Francia de la mano de Renault y PSA e impulsados por el Ejecutivo galo. Las mismas voces no descartan a ambas empresas porque, según el tamaño, ambas obras podrían ser compatibles.
Aunque los terrenos barceloneses volvieron a primera línea pública después de que la semana pasada la ministra de Industria, Reyes Maroto, desvelara la creación de un consorcio entre el Gobierno, Seat e Iberdrola para la edificación de una planta de baterías «cerca de Martorell –donde la automovilística tiene su planta». Más tarde el departamento matizó la definición de «cerca» para referirse a España.
Con el reparto de los fondos europeos como trasfondo, el proyecto ya nace viciado políticamente. Tras el anuncio del Ejecutivo, varios presidentes autonómicos salieron a escena a reprocharle sus palabras ante lo que será, sobre el papel, una licitación competitiva. A la instalación también opositan desde Aragón, el País Vasco y la Comunidad Valenciana, que también presentaron sus respectivos planes..