Un exdirectivo de DIA admite que los contratos con los franquiciados ocultaban informaciĆ³n

La cadena de supermercados convencĆ­a a los interesados con una cuenta de explotaciĆ³n de la tienda que no aparecĆ­a en el contrato y no se cumplĆ­a

Entrada de un supermercado Dia en Madrid. EFE

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El exdirector regional de Levante de DIA admitiĆ³ este miĆ©rcoles en sede judicial que los contratos de las franquiciasĀ no incluĆ­an la cuenta de resultados que usaban como cebo para convencer a los futuros franquiciados. Los resultados prometidos no se cumplĆ­an y cientos de tiendas quebraron y tuvieron que cerrar por las pĆ©rdidas acumuladas.Ā 

Rafael Navarro estaba citado a declarar junto con Santiago PĆ”ramo, que fue durante 12 aƱos director de franquicias de DIA, ante la jueza Delia Rodrigo DĆ­az, que instruye la causa por presunta estafa contra un franquiciado de Vila-Real hace mĆ”s de diez aƱos. Ambos aceptaron al fin declarar y dieron su versiĆ³n pese a que ya ninguno forma parte del staff de la empresa que controla Mikhail Fridman.Ā 

PĆ”ramo y Navarro estĆ”n acusados, junto con DIA como persona jurĆ­dica, por los delitos de estafa, falsificaciĆ³n de documento privado, realizaciĆ³n arbitraria de derecho y/o apropiaciĆ³n indebida. El querellante argumenta, entre otras cosas, que cuando negociĆ³ hacerse cargo del supermercado, que entonces gestionaba la propia DIA, como franquiciado, Navarro le mostrĆ³ una cuenta de resultados de la tienda que daba grandes beneficios, con un margen del 13%. 

Sin embargo, DIA no la incluyĆ³ en el contrato con el franquiciado, por lo que se convirtiĆ³ en una especie de promesa de beneficios que nunca se cumplieron. Navarro admitiĆ³ este miĆ©rcoles que, efectivamente, la cuenta existĆ­a y que se omitiĆ³ del contrato, por lo que no formaba parte de la documentaciĆ³n oficial con el franquiciado, lo que le impedĆ­a pedir cuentas a la cadena. 

PĆ”ramo, por su parte, tratĆ³ de desvincularse del caso al argumentar que pese a dirigir el Ć”rea de franquicias, no cerraba personalmente los acuerdos ni redactaba los contratos, algo que, segĆŗn el mismo, hacĆ­a el equipo jurĆ­dico con el asesoramiento externo de Garrigues, por lo que desconoce si se incluye o no la cuenta de explotaciĆ³n de la tienda usada como argumento para convencer a posibles franquiciados.Ā 

La franquicia duplicĆ³ ventas pero ni oliĆ³ los beneficios prometidos

El argumento del querellante es que dicha cuenta de resultados no era real pese a que se mostraba como tal. Aporta, ademĆ”s, un informe de un economista que lo corrobora. Ello se basa en que con una facturaciĆ³n de algo mĆ”s de medio millĆ³n de euros, la tienda tenĆ­a un margen del 13% y unos beneficios de mĆ”s de 60.000 euros. 

Para la acusaciĆ³n, este margen no es real en el sector. Y el franquiciado argumenta que lo viviĆ³ en primera persona, pues duplicĆ³ las ventas hasta mĆ”s de un millĆ³n en cifra anualizada y aun asĆ­, perdĆ­a dinero y lo reclamĆ³ a DIA. La cadena le respondiĆ³ que debĆ­a tener ese dinero en existencias, pero hizo inventario y no le salĆ­an los nĆŗmeros. Cuando tratĆ³ de ir mĆ”s allĆ”, la compaƱƭa le expulsĆ³.Ā 

Ā«DIA ha trasladado su fuente de ingresos: aparentemente son las ventas en su red de supermercados, pero parece ser que vive de sus franquiciasĀ»

ā€œĀæCĆ³mo se explica que una empresa tenga a un franquiciado que en menos de un aƱo le duplica ventas y lo expulse?ā€, se pregunta el abogado del querellante. AdemĆ”s de echarle, a finales de 2011, tambiĆ©n le reclaman mĆ”s de 10.000 euros por falta de stock, algo que el exfranquiciado asegura que no es real, y cree que el primer stock que recibiĆ³ cuando asumiĆ³ el control de la tienda estaba ya muy hinchado pero no tenĆ­a las herramientas para comprobarlo. 

La querella presentada por este vilarrealense considera que DIA ā€œha trasladado su negocio o fuente de ingresos: aparentemente se dedica a la venta de productos alimenticios al por menor, a travĆ©s de su red de supermercados, aunque en realidad, parece ser que su principal fuente de ingresos ha pasado a ser la proveniente de las franquiciasā€. 

Ahora la jueza tiene que ratificar el informe sobre la cuenta de resultados con el economista que lo firma y luego decidir si la admite a trĆ”mite y abre juicio o no. De todas maneras, por si la vĆ­a penal no prospera, el querellante y su abogado estudian abrir tambiĆ©n la vĆ­a civil, en la que ya hay sentencias favorables a otros franquiciados con casos similares y estĆ” resultando bastante mĆ”s rĆ”pida. 

Xavier Alegret

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