Un entorno de oportunidades para el liderazgo femenino

Las empresarias catalanas señalan la crisis y la necesidad de cambiar las empresas para adaptarlas al nuevo contexto económico como una coyuntura positiva para que las mujeres accedan a puestos de mando

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El contexto de crisis económica es un entorno muy favorable, si se aprovecha, para romper el techo de cristal. Así lo han defendido las empresarias catalanas reunidas este martes en CaixaForum, en la jornada Empresas con alma. Reconstruir los valores de las organizaciones en tiempos de crisis. Ante un auditorio en el que la inmensa mayoría de los presentes eran mujeres, la presidenta de Sellbytel, Helena Guardans, ha asegurado que “superarán la crisis las empresas que sean capaces de que en sus directivas existan perfiles de liderazgo masculinos y femeninos”.

Una diferenciación en la forma de ejercer el poder que han matizado sus compañeras de mesa. “Yo prefiero hacer una distinción por cosmopolitismo, sobre las personas que han visto o no han visto mundo”, ha destacado la presidenta ejecutiva de Vertisub, Pilar Almagro. Una vara de medir con la que ha explicado los desencuentros en las organizaciones internacionales: “Los políticos asisten con el qué hay de lo mío en la boca en lugar de hablar de nosotros. Aquí hay un problema”. Una globalidad que han tachado como básica para la empresa del siglo XXI.

También han coincidido en recordar la importancia de la presencia femenina en los nuevos cuadros de poder. “El cambio de entorno cultural se tiene que reflejar en las empresas, pero pocos negocios han modificado su modo operandi”, ha expresado la directora del Skoll Center for Social Entrepreneurship de la Universidad de Oxfor, Pamela Hartigan. Y es que aún hay retos encima de la mesa.

El gran obstáculo: la conciliación

Las empresarias que han hablado en CaixaForum, mujeres de éxito, han reconocido que uno de los principales obstáculos ha sido la conciliación. “El equilibrio no existe. Lo podemos tener todo, pero no a la vez”, ha afirmado Hartigan. En su caso, asegura que cuanto más éxito empresarial y mejor relación ha establecido con sus hijos “mi matrimonio ha estado más al borde del desastre”.

Valora indispensable replantear las organizaciones. “No sirve de nada estar nueve horas sentados en una silla. Necesitamos ofrecer flexibilidad y confianza en la capacidad de las personas en cumplir con sus deberes”. Ha explicado que, en toda su trayectoria profesional, “nunca me ha fallado nadie. Hay errores en el recluting, en no tener buen ojo para detectar el valor profesional y la pasión”.

Por otro lado, también han hablado de la necesidad de romper estereotipos. Asimismo, han denunciado la “discriminación de género más sutil” que sufren las mujeres emprendedoras, con más dificultad que sus compañeros hombres para conseguir capital.

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