Un constructor repudiado por el chavismo comprará centros comerciales en España
El grupo venezolano Sambil invierte 50 millones de euros en un centro comercial de Madrid enfocado en mercancía y ocio low cost
Compraron el centro comercial M40, en el sur de Madrid, sumido en la quiebra a precio de saldo, 17 millones de euros, y quieren expandirse en España con la misma línea: adquisiciones a precios bajos para erigir una oferta comercial y de ocio adaptada a los nuevos hábitos de consumo en España: más contenidos, racionales y que priman el precio.
El grupo venezolano Sambil, afectado por el gobierno de Hugo Chávez con la confiscación de uno de sus centros comerciales más emblemáticos de Caracas, ha llegado a España para abrir cinco centros comerciales en las principales ciudades españolas: Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao y Sevilla.
El outlet
A finales de 2012 compró el centro comercial M40, asfixiado por la caída de consumo y por la fuerte competencia de otros dos complejos cercanos: Islazul y Parquesur, dos de los más grandes de España. La empresa familiar, dirigida por el octogenario constructor, Salvador Cohén, sus seis hijos y sus 20 nietos, llegaron a España para levantar un nuevo modelo de negocio. Encargaron un estudio de mercado a Europraxis, filial de Indra y se dieron cuenta de que debían buscar.
“Abriremos un centro comercial que tendrá una planta de outlet, una de servicios comerciales para la gente del barrio y otra de ocio. Competiremos en muchas cosas, pero también en el precio. No tenemos un modelo cortoplacista, de buscar rentabilidad rápida y vender, que ha sido el modelo tradicional de centros comerciales en España, dominado por fondos de inversión. Sambil es una empresa patrimonialista y venimos a quedarnos con nuestros socios, por lo menos, durante veinte años”, explica el director de Operaciones de Sambil en España, Arnold Moreno.
El centro comercial tiene casi atado el 38% de los locales comerciales. En las próximas semanas se reunirán con los directivos de Inditex para ofrecerles espacios para Bershka y Massimo Dutti.
Rentabilidad: del 40% al 7%
El grupo comenzó a salir de Venezuela, donde hizo grandes negocios y alcanzó rentabilidades del 40% hasta que topó con el gobierno de Chávez, que le confiscó un centro comercial listo para inaugurarse y que ahora está ocupado por familias sin techo y colectivos cercanos al gobierno chavista.
Pese a las enormes rentabilidades en Venezuela, Sambil decidió dar el salto al exterior debido a que la alta inflación venezolana, superior al 30% anual, diluyen las ganancias. Además, la estricta política cambiaria ha hecho que muchas tiendas deban cerrar no por las ventas bajas, sino por las restricciones impuestas por el gobierno para importar mercancía. “Hace dos años inauguramos un centro comercial en República Dominicana y estamos construyendo otro en Puerto Rico y Curaçao. A España vinimos con recursos propios. La inversión prevista es de 50 millones de euros y casi no hemos pedido financiación bancaria”, explica el director de la compañía en España.
El salto a Europa
El grupo ha recibido numerosas ofertas de varios dueños de centros comerciales que quieren deshacerse de sus inmuebles, pero Sambil no comprará un nuevo complejo hasta que el proyecto de Madrid esté encaminado. Los ejecutivos ya están al tanto de la realidad económica española y por ello se conformarán con una rentabilidad del 7%. La apertura está prevista para otoño de 2015.
Además de las cinco ciudades españolas, la familia Cohén quiere abrir otro centro en Portugal. Una vez consolidadas las operaciones ibéricas, quieren abrir espacios en Italia y, por último, Francia. En Italia ven una cercanía cultural. “Son algo desordenados, y en desorden nosotros tenemos una especialización inigualable”, remata Moreno.