Uber y Deliveroo se fijan en Glovo en pleno baile de fusiones
'Bloomberg' adelanta que dos de las grandes cadenas de reparto de comida a domicilio están interesadas en el proyecto español
Glovo, la aplicación española de reparto de comida a domicilio, despierta el apetito de Uber Eats y Deliveroo en un momento de consolidación del sector delivery en Europa. Bloomberg, citando a fuentes conocedoras de la operación, explica que se han producido conversaciones entre las partes, sin que hayan cristalizado en un compromiso.
Las negociaciones llegan en pleno baile de fusiones. Takeaway y Just Eat ya se han fusionado para crear uno de los gigantes de la comida a domicilio en Europa. La compañía resultante representa 360 millones de pedidos por valor de 7.300 millones de euros, de acuerdo a datos de 2018, y tendrá sede en Amsterdam (Holanda).
Bloomberg afirma que Glovo, con presencia América Latina, Europa y África, está abierto a explorar alianzas o acuerdos en zonas estratégicas. Esta operación, de venta parcial, tiene muchas más posibilidades que una venta completa de la compañía dirigida por Oscar Pierre.
Las negociaciones con Uber Eats y Deliveroo coinciden en el tiempo con otras que la compañía de Pierre ha mantenido con Vision Fund, el mayor fondo de tecnología del mundo propiedad del gigante japonés Softbank, a la postre inversor de Uber.
Glovo ha seguido interesado en los últimos meses en ampliar sus líneas de negocio. El pasado noviembre anunció la apertura en Madrid de su propio supermercado online y quiere combinar el reparto de comida con otros servicios como la lavandería. También cerrado una alianza con Carrefour para realizar las entregas de sus pedidos en 30 minutos en diferentes países.
Hacia el proceso de concentración
El proceso de concentración del sector delivery es la operación que más se ha repetido desde distintas voces de la industria desde hace años. El negocio de Glovo, como el del resto de rivales, es muy poco rentable debido a los estrechos márgenes y la continuidad de sus operaciones han dependido hasta ahora de las inyecciones de capital de sus inversores.
Los resultados de Glovo en 2018 fueron la mejor prueba. La compañía, durante el mismo ejercicio en el que cerró la ronda de ampliación más grande hasta el momento, cerró con números rojos por valor de 90 millones de euros. El volumen de ingresos de la compañía, no obstante, se situó por debajo de los objetivos marcados. En diversas entrevistas se aseguró a principios de año que Glovo cerraría 2018 con entre 90 y 100 millones de facturación. Más tarde, en noviembre, corrigió la cifra y aseguró que la previsión era cerrar el año con una facturación de 80 millones de euros, casi cinco veces más que en 2017.
Glovo se ha mantenido hasta el momento gracias a los millones recibidos desde el capital riesgo. Algunos de sus inversores son o han sido Rakuten, Amrest (dueño de la Tagliatella) o Seaya Ventures, fondo de Beatriz González, que también participa en Cabify, la otra gran startup española.