Twitter desafía a Musk con la ‘píldora de veneno’ para evitar que compre la red social
El CEO, Parag Agrawal, quiere poner fin a las preocupaciones de los empleados por los cambios a peor que podría realizar el multimillonario en la plataforma
Twitter se ha pronunciado ante la oferta de Elon Musk para comprar la red social por 43.000 millones de dólares. Este viernes el CEO de la compañía, Parag Agrawal, ha anunciado una medida con la que pretende retrasar o evitar la adquisición de la plataforma de mensajes por parte del fundador de Tesla y accionista mayoritario de la empresa.
La acción, conocida en el mundo empresarial como «píldora de veneno», tiene como objetivo complicar la compra de más del 15% de las acciones de Twitter por parte de Musk, que ya posee el 9,2% pero ansía quedarse con el 100%. Y quiere hacerlo en a 54,20 dólares la acción, lo que supone una prima del 18% respecto el precio de cierre del pasado miércoles y del 40% si se compara con la cotización que había antes de que anunciase su entrada en el accionariado de la red social.
Por su parte, Brenden Lee, portavoz de Twitter, ha confirmado a The Washington Post que la compañía planea realizar una sesión de preguntas y respuestas con Musk y sus empleados. Sin revelar, eso sí, importantes detalles. Entre ellos, la fecha en la que se llevará a cabo. Es muy probable que los trabajadores pregunten al directivo cuáles son sus planes en Twitter y muestren, además, su preocupación por los posibles cambios que planea realizar.
Y es que el también propietario de SpaceX lleva meses siendo muy crítico con la red social y ha puesto en duda que sus normas se adhirieran «rigurosamente» al principio de la libertad de expresión. Sus críticas han despertado muchos recelos, incluso entre los mismos empleados de Twitter, preocupados por la posibilidad de que el magnate ejerciera un poder excesivo en la empresa para cambiar sus normas éticas de publicación.
Para el multimillonario, tal y como ha especificado en su misiva de este jueves, Twitter necesita transformarse en una empresa «privada» -que no cotice en bolsa- ya que, en su opinión, no puede «ni prosperar ni servir» a la libertad de expresión en su estado actual. Además, dice creer en el potencial de la compañía para ser la plataforma de la libertad de expresión en todo el mundo. «Creo que la libertad de expresión es un imperativo social para el funcionamiento de la democracia», ha concluido.