La Guardia Civil conecta la trama de Badajoz con la del jamón podrido
Empresas de la trama destapada en 2018 coinciden con las que ahora persigue la Guardia Civil tras la operación en Salvaleón (Badajoz)
Semanas después de que saltara a la luz el último episodio de la trama del jamón, con la incautación de 25.000 piezas mal trazadas en la localidad extremeña de Salvaleón (Badajoz), la investigación avanza en una dirección que parece cada vez más clara: existe una clara conexión entre las empresas implicadas en esta operación y las investigadas en la del jamón podrido en 2018.
Fuentes consultadas vinculan a empresas que ya aparecieron en el pasado y que este medio fue señalando, como Sierra Jarota, conocida por vender jamones ibéricos a un euro. Economía Digital publicó hace dos años que esta empresa tenía su base de operaciones en el polígono industrial de Los Caños (Zafra), en un local en el que comercializaba productos con condiciones higiénicas dudosas.
Pero si sobresale un señalado por encima del resto es Comapa, la empresa que ha tenido que ser saneada por los nuevos gerentes, que echaron a los anteriores directivos al encontrar irregularidades.
Los antiguos directivos de Comapa se apuntaron piezas de Monteporrino como stock suyo
La tesis que defienden fuentes conocedoras de la investigación es que «ninguna pieza de jamón encontrada e inmovilizada en Monteporrino (empresa donde se incautó la partida) es de Comapa», pero sí es cierto que «durante una auditoría, los anteriores directivos de Comapa, David y Jaime Álvarez, se apuntaron parte del stock existente en Monteporrino como si fuera de la empresa».
Las mismas voces apuntan a que la mercancía encontrada sería fundamentalmente propiedad de Antonio Cordero Gamero, conocido como el rey del jamón podrido y por ser presuntamente el principal cabecilla de una trama millonaria compuesta por una treintena de empresas que se lucraba con la comercialización de jamones y carnes en mal estado. Se adulteraban para presentarse como productos aptos.
Conexión con Monteporrino
El punto neurálgico de esta última operación está en la sede de Monteporrino, una empresa que actualmente no tiene actividad y que fue comprada hace años por Surave Spain SL, que tampoco presta servicio a día de hoy.
Fue en sus instalaciones, ubicadas en la localidad extremeña de Salvaleón (Badajoz) y en la que se incautaron 25.000 piezas de piezas cárnicas mal trazadas, entre paletas y jamones, donde el Seprona de Badajoz ejecutó la última operación.
La operación que impidió un problema de salud pública fue bautizada como Sanedrac y se llevó a cabo tras las indagaciones de supuestas anomalías como parte de una investigación de un entramado empresarial dedicado a la comercialización ilegal de cárnicos.
La investigación pasó a manos de la Fiscalía de Badajoz, que ya ha ampliado el número de investigados a 25. El aumento se debe a las ramificaciones de esta trama, que no solo tiene conexiones en Extremadura (Badajoz y Cáceres), sino que se traslada a otras siete ciudades de España: Barcelona, Madrid, Huelva, Salamanca, Granada, Murcia y Zaragoza.
La causa, en los juzgados
Ahora, de acuerdo a las explicaciones que dieron a este medio desde el Ministerio Público, la juez que instruye la causa en el Juzgado de Jerez de los Caballeros, en la provincia de Badajoz, deberá empezar a dar cita a los investigados para que declaren.
Todo apunta a que, según avance la investigación, un único tribunal acabará uniendo ambas causas, porque la del jamón podrido está dirimiéndose en otro juzgado, en el de instrucción número 1 de Fregenal de la Sierra.