Telefónica gasta 6M para hacer ‘lobby’ en plena guerra contra los gigantes tecnológicos
La teleco azul ha conseguido uno de sus grandes objetivos: que se abra la puerta a que las 'big tech' ayuden a financiar las redes
El operador azul ha invertido hasta un total de 6 M€ en organizaciones para representar sus intereses corporativos en el último año. Se trata de una práctica habitual entre las grandes compañías y que, en el caso de Telefónica, este año se ha saldado con una gran victoria: la Comisión Europea se ha abierto a legislar para que las grandes empresas tecnológicas americanas ayuden a financiar las redes.
Esta cifra de gasto de la compañía presidida por José María Álvarez-Pallete se sitúa en línea con los gastos ‘lobbistas’ que hacen otros operadores. Por ejemplo, en Estados Unidos, donde hay mayor transparencia en esta partida, American Tower gasta en torno a 2 M$, mientras que compañías como AT&T lo elevan hasta unos 11 M$.
No obstante, Telefónica se mantiene neutral a nivel político. Desde la compañía siempre han dejado claro que no toman posición, directa o indirectamente -a favor o en contra-, de ningún partido político y no realizan ningún tipo de donación a partidos políticos ni a organizaciones, públicas o privadas, vinculadas a partidos políticos.
No obstante, eso no impide a la compañía que, cumpliendo con la legalidad vigente, den a conocer sus puntos de vista en los asuntos que puedan afectar a la gestión y la sostenibilidad del operador azul a través de actividades de ‘lobbying’.
Además, Telefónica es una empresa que soporta una fuerte regulación y, en los últimos años, se ha tenido que enfrentar a nuevos entrantes en su negocio que, precisamente, no están sujetos apenas a regulación. En este contexto, la compañía está registrada como lobbista en el registro de transparencia voluntario de la Unión Europea y en el registro de grupos de interés de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Telefónica: un gasto justificado
Sobre las acciones de representación y los gastos totales en relación con las contribuciones a las organizaciones sectoriales, cabe destacar que están ampliamente distribuidas debido a que Telefónica está presente en muchos países y cada país tiene sus propias organizaciones sectoriales locales. Asimismo, el operador azul desarrolla muchos tipos de servicios afectados por diferentes sectores de negocio (conexiones fijas y móviles, televisión o servicios digitales).
Con estos condicionantes, tal y como ha podido conocer ECONOMÍA DIGITAL, Telefónica ha elevado su gasto en contribuciones a entidades sectoriales y organizaciones o personas que ejerzan actividades de representación a un total de 6,1 M€. Algunas de estas organizaciones son GSMA, SindiTelebrasil, ETNO y Bitkom, entre otras.
Un momento muy delicado
Más que nunca Telefónica ha necesitado de una voz que represente sus intereses, sobre todo, porque el mercado ha cambiado. Y ahora por fin ha encontrado esa demanda resuelta. En estos momentos, hay una consulta pública lanzada por la Comisión Europea para legislar sobre la financiación de las infraestructuras europeas. Una situación que afecta a las empresas americanas.
Lo bueno en este caso para los intereses de Telefónica es que hasta el propio Gobierno nada a favor. Así lo ha manifestado esta semana en el trascurso del Mobile World Congress de Barcelona la ministra de Asuntos Económicos y Agenda Digital, Nadia Calviño.
La también vicepresidenta ha mostrado su apoyo a la propuesta legislativa que lleva a cabo la Comisión Europea para que las grandes compañías tecnológicas ayuden a mantener e invertir en el despliegue de redes.
Calviño ha desvelado que, desde el Ejecutivo, han participado directamente en todos los debates y han seguido muy de cerca el asunto. Por ello, ha concluido Calviño, la posición de España es clara: «Es evidente que el desarrollo de las nuevas infraestructuras requiere una inversión masiva por parte del sector público y el sector privado. Por lo tanto, todos aquellos agentes que se benefician del despliegue de las infraestructuras tienen que contribuir de una manera justa”.
En este sentido, había pocas dudas a que el Gobierno español apoyase a los operadores españoles, no solo a Telefónica como incumbente, si no a otras compañías como Orange y Vodafone que desde hace años han invertido cantidades muy significativas para el desarrollo y despliegue de las redes.