Telefónica prepara 760M en Brasil contra Slim
La venta diseccionada de la operadora Oi obliga a la compañía a mover ficha en una operación defensiva para no perder cuota de mercado
La quiebra de Oi en Brasil y su posterior venta diseccionada entre los distintos operadores del mercado promete ser un juego de cálculo analizado al milímetro. Telefónica tiene claro que no quiere retroceder en el país latinoamericano, estratégico para sus planes, por lo que su hoja de ruta pasa por asegurarse parte del negocio móvil de la compañía en concurso. Y menos cuando delante tiene a Claro, de Carlos Slim, quien también se suma a la pelea por ser el operador líder en el país.
Esta semana se ha arrojado un poco más de luz al proceso, paralizado desde septiembre, cuando todo eran rumores y especulaciones. Oi reveló ante la Bolsa de Sao Paulo (Bovespa) el precio de sus activos: 2.538 millones de euros por su negocio móvil, una cifra en la línea marcada meses antes por analistas.
Telefónica (Vivo en Brasil) está interesada por estos activos, pero pujará por ellos de la mano de Telecom Italia (TIM). Las fuentes del mercado en el país apuntan que en la pelea por el negocio móvil de Vivo la compañía presidida por José María Álvarez-Pallete solo se haría con un tercio, es decir, afronta un desembolso de 761 millones de acuerdo a las mismas valoraciones. El 70% restante sería para los italianos.
En términos de accesos, si TIM y Vivo se reparten la cartera de clientes móviles con la misma proporción, los de Álvarez-Pallete aumentarían su número de accesos móviles a doble dígito, con una subida del 12%, de acuerdo a cálculos de Economía Digital a partir de los últimos resultados trimestrales que ambas compañías han presentado ante el regulador recientemente.
América Móvil también explora entrar en la pelea
Frente al consorcio TIM-Vivo está Claro, propiedad de América Móvil. Es la compañía que controla el magnate mexicano Carlos Slim, quien compite en Telefónica en otros países de América Latina, como Argentina o México. Claro tiene una fuerte posición en el mercado brasileño, tanto en el segmento móvil como en el de banda ancha, reforzado desde que el pasado año se hiciera con la operadora Nextel.
De momento, Telefónica lleva la delantera en el segmento móvil. Es su principal fuerte y cuenta con el 33% del mercado, con casi la mitad de él en la opción de pospago, lo que le asegura un perfil de cliente que reporta mayores ingresos. Por su parte, Claro y Telecom Italia están por debajo de Vivo, con el 24% de la cuota cada uno, aproximadamente.
La venta de Oi puede adjudicarse a la segunda mejor oferta
La previsión es que los activos de Oi sean para el mejor postor. No obstante, se recoge una excepción entre los términos de venta: el vendedor puede decantarse por la segunda mejor oferta siempre y cuando solo sea hasta un 5 % inferior a la primera, al mismo tiempo que se presenten mejores garantías legales y mayor certidumbre.
Queda descartada la venta del negocio de infraestructuras. La compañía, por tanto, mantendrá toda la cartera de clientes de Oi Fibra, telefonía fija, TV, clientes B2B y la división Oi Soluções. La separación será estructural, según explicó Rodrigo Abreu, consejero delegado de la operadora que está en concurso desde 2006, año en el que reconoció no poder reestructurar su deuda.
La expectativa de Oi es dar por cerrado todo su proceso de reestructuración durante el cuarto trimestre 2021. Si todo sale según lo planeado, Oi será una compañía de «10.000 millones en ingresos, y con fortaleza operativa y financiera. Todavía tenemos mucho trabajo por hacer «, agregó Abreu.
Brasil, estratégica en el plan de Telefónica
La venta segregada de Oi es clave para Telefónica en Brasil. El país no es una plaza más de las nueve en las que está presente en la operadora, sino el enclave que le reporta una quinta parte de su negocio mundial. Es, con permiso de Telefónica España, el país que más aporta a la compañía, colocándose por delante de Telefónica UK y Telefónica Deutschland.
Los últimos movimientos en el país también dan a entender la importancia que tiene para la multinacional española: su negocio quedó fuera del spin-off de Telefónica en toda Hispanoamérica. Su importancia capital, por tanto, contrasta con otras plazas (como Perú o Colombia) pese a que el efecto divisa del real brasileño haya empañado su resultado global en los últimos meses.
Y no ha sido el único. Desde dicho anuncio, formulado en noviembre con la presentación de la nueva Telefónica, la operadora ha dado más pasos. El más reciente ha sido el acuerdo para compartir con TIM redes con tecnología 2G, 3G y 4G en 2.700 ciudades brasileñas después de recibir el sí del Consejo Administrativo de Defensa Económica de Brasil (Cade).