Telefónica falla en el intento de engordar su filial de fibra rural

Los planes no han salido como Telefónica tenía previsto. Esta semana se han resuelto de manera provisional las ayudas para el despliegue de banda ancha en zonas rurales o de baja densidad de población que el Gobierno había dotado con 250 millones de euros. El operador azul ha sido la tercera compañía por volumen de ayudas, algo que no cuadra del todo con la idea que llevaba. 

El Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, a través de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, ha publicado la propuesta de resolución provisional de la segunda convocatoria del Programa UNICO-Banda Ancha que permitirá extender las conexiones de muy altas capacidades (al menos 100 Mb/s) a 728.500 nuevos hogares y empresas del territorio. Este plan de ayudas era vital para Telefónica, que había hecho una clara apuesta por ellos. 

Según había podido conocer ECONOMÍA DIGITAL en fuentes del sector, Telefónica habría acelerado al máximo la captación de estos fondos de ayudas al despliegue de banda ancha en zonas rurales. En la primera edición de estas ayudas, el operador azul se hizo con el mayor número de provincias. Tan solo hubo 14 que quedaron en manos de los operadores Adamo y Avatel, que están especializados en los despliegues en zonas rurales o con baja densidad de población. Algo que ahora ha cambiado por completo. 

¿Pero por qué Telefónica se había tomado tan en serio esta convocatoria? Cabe recordar que, en estos momentos, Bluevia -la filial creada para albergar estos activos- divide su accionariado entre el 55% que tiene el operador azul, y el resto en manos de Vauban Infrastructure Partners y Crédit Agricole Assurance, que pagaron 1.021 M€ por esa parte, con una valoración final de 2.500 M€. Por ese motivo, ahora es un momento clave para que esta sociedad siga creciendo. 

El movimiento final está en manos de Telefónica. Es decir, en estos momentos el objetivo es reforzar los activos de Bluevia; transmitir al mercado la sensación de que la división está creciendo de manera orgánica, que se consiguen los hitos previstos y que, en muy poco tiempo, ha conseguido estar en millones de hogares de la denominada España vacía. 

Algo no ha salido bien para Telefónica 

Telefónica queda desplazada. Finalizado el proceso de evaluación de las 159 solicitudes presentadas, se ha resuelto provisionalmente otorgar a 50 proyectos ayudas por importe de 244,6 millones de euros (el 95% de lo presupuestado), dando continuidad a la primera convocatoria del programa UNICO-Banda Ancha resuelta en 2021 y dotada con 250 millones de euros. 

El gran ganador ha sido Adamo. La compañía que empezó hace más de un lustro su aventura por el norte de España, se ha consolidado como un operador especializado y respetado en este segmento de negocio. Y, además, con ganas de seguir creciendo. Así, ha levantado 98 M€ de estos ayudas para extender la fibra a 17 provincias. 

El otro ganador ha sido Avatel, que también busca consolidar su posición en esta área de mercado. En su caso ha conseguido 73 M€ con una huella de 14 provincias.  

Por último, Telefónica, que pese a haber conseguido 15 provincias, ha sido destinataria de menos ayudas, 42 M€, y, lo que es más importante, que su intención era conseguir muchas más. De hecho, así se refleja en la resolución provisional que ha publicado la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones, donde se puede observar como el operador azul ha concurrido a la mayoría de provincias que ha perdido. 

El objetivo de la ayuda 

Con esta nueva línea de ayudas financiada con los fondos ‘Next Generation EU’ en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, se movilizará una inversión público-privada de 388,2 millones de euros, que se suman a los 1.120 millones movilizados desde 2018. Estas inversiones han permitido llevar conexiones de banda ancha ultra rápida a más de cuatro millones de hogares y empresas hasta 2021.  

El programa de ayudas UNICO-Banda Ancha 2022 permitirá el acceso a infraestructuras de muy altas capacidades a más de 728.000 hogares y empresas en todo el territorio nacional. De ellos, más de 137.000 están ubicados Galicia; 110.000, en Castilla y León; y 109.000 en Andalucía.  

La mayoría son ‘zonas blancas’, aquellas que no disponen de cobertura de redes de velocidad de al menos 30 Mb/s, ni planes para su dotación en los próximos tres años. El resto se desarrollarán en zonas grises, aquellas que solo disponen de cobertura de banda ancha o de previsiones para su dotación en el plazo de 3 años por parte de un solo operador, que no permita superar los 100 Mb/s.