Telefónica dispara los ingresos de su filial compartida de torres en Reino Unido
Cornerstone (CTIL), la filial compartida con Vodafone, cierra el cuarto trimestre del 2021 con una facturación de 114 millones de euros, un 9,5% más
Telefónica ha sacado partido a su apuesta por el negocio de las torres de comunicaciones compartido con Vodafone. Cornerstone (CTIL), la filial que las dos operadoras controlan en Reino Unido, ha cerrado el último trimestre del año con un incremento del 9,5% en su volumen de facturación hasta alcanzar los 114 millones de euros.
Los buenos números de la compañía son la rúbrica a un 2021 en el que el negocio ha protagonizado un cambio en comparación con el año de la pandemia. En los nueve meses anteriores las ventas ya alcanzaron los 339 millones de euros, lo que suponía un 9% por encima en términos interanuales, según ha publicado Europa Press.
Una de las claves para explicar esta mejora en la partida de ingresos es la integración de 263 nuevas antenas de telecomunicaciones a su cartera. Esta infraestructura sirve para dar cobertura tanto a los clientes de Telefónica como de Vodafone en el mercado británico.
La participación de Telefónica en la compañía se ha materializado a través de Virgin Media O2, el proveedor de servicios de telecomunicaciones que maneja en Reino Unido. Mientras que Vodafone gestiona su parte a través de la empresa Vantage Towers, la cotizada con la que dirige buena parte de su negocio de infraestructuras en Europa.
La filial de Telefónica pretende construir 1.200 torres en Reino Unido
Los buenos números de facturación del 2021 han servido para reforzar la estrategia de Cornerstone que pretende continuar expandiéndose en el mercado británico. El objetivo marcado por la dirección de la filial es levantar otras 1.200 torres de telecomunicaciones de aquí al año 2025, lo que permitiría elevar su cartera hasta las 14.200.
Lo único que no está claro es el papel que jugará Telefónica. La compañía presidida por José María Álvarez Pallete ya se ha desprendido de este tipo de negocio en otros puntos del globo como Latinoamérica, Alemania o España como parte de su política de desinversiones de activos no estratégicos, lo que le permitió hacerse con 7.700 millones de euros.
La incógnita sobre el futuro mercado de las torres de telecomunicaciones mantiene en vilo a los reguladores británicos sobre competencia, que ya han advertido sobre los problemas de concentración del mercado, después de que Cellnex se hiciera con toda la red de antenas de CK Hutchinson. Entre ambas empresas copan el 80% de las instalaciones del país.