Así sobreviven las telecos alternativas a Movistar, Orange y Vodafone
Los operadores móviles virtuales se mantienen al calor del bajo coste, pero las grandes compañías han sabido taponar su crecimiento con marcas blancas
En un mercado de telefonía en el que la mayor cuota de mercado se concentra en tres grandes compañías, Orange, Movistar y Vodafone, todavía quedan operadores móviles virtuales que intentan mantenerse al calor de la tendencia de los consumidores a contratar ofertas low cost, pero con la amenaza de terminar siendo absorbido por los grandes, como ya ha sucedido el pasado año.
Se trata de los OMV (operadores móviles virtuales), compañías que no tienen red propia y trabajan con la cobertura de las grandes firmas de telecomunicaciones. Se caracterizan por limitar sus ofertas al móvil con voz y datos. En el mejor de los casos también ofrecen conexión a internet en el hogar.
¿Sobreviven? Hay razones para pensar que sí, pero también hay otras para ser más pesimista. «Las OMV nacieron en un momento muy concreto de mercado, no sólo en España, sino en todo el mundo. A nivel global aún se espera que siga creciendo, pero la situación en el país es muy específica», explica Ángel Barbero, consejero delegado de Recúbica, a este medio.
Dice Barbero que «en los últimos años han ido surgiendo numerosas marcas fruto de la lucha por un mercado en el que las grandes operadoras, con sus pesadas estructuras, no podían cubrir algunos segmentos en los que el precio y la sencillez primaban sobre el servicio y la calidad».
Unos sobresalen, pero otros van a la baja
Si nos centramos en los éxitos, el OMV que ha destacado por encima del resto ha sido Digi. Se trata de un operador calificado en sus inicios como étnico, es decir, que se centra en el público extranjero. El suyo era el rumano, pero su popularidad ha hecho que la mayoría de sus clientes sean ya españoles.
Aunque tenga la etiqueta de OMV, la compañía forma parte de un potente grupo de telecomunicaciones en Rumanía. Cotiza en la bolsa de Bucarest (Bucharest Stock Exchange) y lo controla Zoltán Teszári, uno de los hombres más ricos del país.
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Pero no todos los operadores pensados para inmigrantes pasan por su mejor momento. Dos ejemplos: You Mobile, para la comunidad china, y Lycamobile. Las cuentas del registro mercantil consultadas por este medio, referidas al año 2018, no dejan lugar a dudas de que su volumen de negocio se ha recortado. En total, unos 18 millones de euros entre ambos.
Son dos compañías que han retrocedido en el mercado, pero su caída se difumina cuando se agrupa dentro de la constelación de OMV (Fi Network, Soup, Oceans y muchas otras pequeñas compañías) a la vista de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC), que muestra la evolución de las compañías de manera agregada .
«Es un mercado sobre el que hay muy pocos datos», dice Joaquín Guerrero, director de la consultora Nae. «Además son compañías pequeñas que no reportan sus cifras de manera pública», añade.
Lo que queda claro es que este tipo de compañías de telecomunicaciones siguen creciendo a base de robar clientes de bajo coste, el perfil más infiel para las compañías porque se mueve únicamente por el precio, buscando pagar lo mínimo.
Guerrero, que acostumbra a realizar sus propios análisis a partir de la información divulgada por Competencia, sabe que estos clientes son «peores» y lo revela con un dato: dos de cada diez usuarios de este tipo de compañías solo tiene contratada una tarifa móvil de voz, con la que ni siquiera puede navegar por internet.
Absorbidos y torpedeados por las grandes
Queda la duda de qué ocurrirá con este tipo de operadores en el futuro. En los últimos años, los OMV han sido absorbidos por las compañías que les prestaban red. Lebara, otra OMV centrada en el público étnico, fue absorbida por MásMóvil, que también compró dos operadores móviles antes: Hits y Yoigo.
El operador amarillo dirigido por Meinrad Spenger también intentó hacerse con República Móvil, pero en este caso el gato al agua se lo llevó Orange, que se adjudicó la compañía y, con ella, añadió 130.000 líneas a su cartera.
Lo cierto es que los grandes operadores le han visto las orejas al lobo y han sabido reaccionar. ¿Cómo? A través de marcas blancas que lucharan por la zona baja de la tabla y que no llevan su nombre, pero sí su cobertura.
MásMóvil ha comprado dos OMV en los últimos años y Orange se ha hecho con otro, República Móvil
Así, Vodafone dio luz a Lowi e hizo lo mismo con otra marca puramente digital llamada Vodafone Bit; Orange creó todo un abanico de marcas, entre las que están Amena y Simyo, y Telefónica, que ya tenía Tuenti tras haberla transformado desde que era una red social, pasó al ataque con O2, la misma marca que utiliza en Reino Unido y Alemania.
La situación ha cambiado mucho respecto a la de hace años, cuando «hasta las cadenas de supermercados (DIA y Carrefour) sacaban su propio OMV para aprovechar esa situación, pero sin embargo no podían ofrecer mucho más por falta de capacidades, conocimiento y flexibilidad», dice Barbero.
¿Y ahora? Para Barbero «ha empezado a darse un trasvase en sentido contrario al de los años anteriores, es decir, desde las OMV a las telcos tradicionales, que ofrecen paquetes más completos», como son los contenidos de televisión de pago (series y deporte) y otros servicios de valor añadido.