La patronal de los supermercados se rearma para plantar batalla al Gobierno

Las patronales son cada vez más lobbies en un mundo en el que las decisiones de invertir en uno u otro lugar dependen en buena medida de las políticas económicas que se practican, como se ha visto con Ferrovial. La intensa actividad legislativa y fiscal en España que afecta a las empresas aún lo ha hecho más necesario y muchas patronales se han subido al carro, hasta la de la distribución. El nombramiento de Josep Antoni Duran i Lleida como presidente de los supermercados es una muestra clara. 

El expolítico de CiU, sin duda una de las caras catalanas más conocidas en la villa y corte en las últimas tres décadas, es el elegido por Asedas, patronal que agrupa a Mercadona, Lidl, Dia y Consum entre otras cadenas de supermercados, para sustituir en la presidencia de la organización a Antonio Garrigues Walker, a quien buscaban sustituto desde hacía meses, según fuentes cercanas a Asedas, para dar un nuevo impulso a la asociación

A nadie se le escapa la nula vinculación de Durán con el sector de los supermercados. Tras 25 años en el Congreso, otros cinco en el Parlament de Catalunya, la presidencia de Unió Democràtica de Catalunya y la secretaría general de CiU, dejó la política y pasó a la abogacía. Luego entró en el consejo de Aena –empresa de mayoría pública presidida por el socialista Maurici Lucena–, que dejó para dedicarse en exclusiva a Aena Brasil. 

Fuentes empresariales vinculan su nombramiento a la necesidad de Asedas de reforzar su papel de lobby en un momento en el que los supermercados están en pie de guerra con el Gobierno por las voces, sobre todo desde los ministerios de Podemos, que piden topar los precios de los alimentos y castigar a los supermercados atacando los supuestos beneficios extraordinarios fruto de la inflación, como han hecho con eléctricas y bancos.  

“Los grandes súpers, especialmente Mercadona, ya tienen sus hilos de comunicación con el Gobierno y los partidos, pero se necesitaba alguien bien conectado para la patronal, que tuviera interlocución y contactos”, explicó la misma fuente. Si bien puede ser algo obsoleta, pues abandonó el Congreso en 2016, la agenda de contactos de Duran i Lleida es muy basta y traspasa fronteras. Ya como diputado era un lobista y tuvo influencia en muchos gobiernos. De hecho, Unió llegó a ser uno de los partidos españoles que más financiación privada lograban pese a ser de los más pequeños –desapareció cuando se rompió CiU al no lograr representación parlamentaria–.

Ahora, pese a los años que lleva alejado de la política activa, sigue bien conectado. Tan es así que pese a que en su día se acercó al PP de Mariano Rajoy –se dice que quiso ser ministro, pero era algo que ya se decía de Durán cuando gobernaba Zapatero–, en 2019 el consejo de Aena, controlado por el Gobierno de Pedro Sánchez, le eligió como consejero independiente para sustituir a Josep Piqué.  

No es casualidad: conservador pero comedido, siempre se le dio bien hacer equilibrios entre los dos grandes partidos y ahora se le presume buenas relaciones con el Gobierno de Sánchez, en concreto con el ala socialista, y especialmente con la parte catalana. Su delfín en Unió, Ramón Espadaler, es diputado del Parlament de Catalunya en la bancada del PSC, y no es el único ex-unió que se ha pasado a los socialistas de Salvador Illa. Otro, Josep Sánchez Llibre, decidió ya hace años empezar a hacer de lobby desde el mundo patronal, en Foment del Treball. 

Se espera que haya elecciones generales a finales de año, lo que incrementa las proclamas populistas de parte del Gobierno. Para las empresas y las patronales, llegar al PP es sencillo pues siempre ha sido más cercano al mundo de los negocios y, además, su papel de oposición le confiere la presunción de oponerse por norma a todo lo que salga de Moncloa y los distintos ministerios. Su no viene de serie. Pero con eso no es suficiente para parar leyes y nuevos impuestos. 

Dado que buena parte de la mayoría que sustenta al Gobierno de Pedro Sánchez viene de partidos a la izquierda del PSOE, como Podemos, ERC y Bildu, la mejor manera de influir es directamente sobre los socialistas, y en eso Duran es una baza indudable. En los últimos años, desde que dejó la política, se le ha visto a menudo en actos con políticos de distintos partidos, pero especialmente del PSOE, incluidos ministros como Nadia Calviño, José Manuel Albares y Luis Planas, precisamente el titular de Alimentación. 

Yolanda Díaz, Podemos y el precio de los alimentos

El Gobierno ha actuado, de momento, sobre el IVA, pero está flirteando con topar el precio de los alimentos. Lo preocupante para el sector no es que lo haga tanto Podemos como Yolanda Díaz, ese verso libre a medio camino entre los dos partidos de la coalición que prepara su marca Sumar para las generales y a la que Sánchez ha decidido dar alas –como se vio al darle protagonismo en la moción de censura de Vox– para unificar el espacio a su izquierda y tener opciones de repetir en Moncloa si moviliza al votante progresista. 

Los ataques, además, han ido directos al gran referente del sector, Mercadona, y los ha recibido en persona su presidente, Juan Roig, a quien la bancada morada tiene como a una de sus bestias negras. El presidente del gigante español de los supermercados admitió que habían subido “una burrada” los precios, expresión desafortunada pero que matizó explicando que la inflación en la cesta de la compra viene ya de origen. Los márgenes del sector suelen ser estrechos y el año pasado se redujeron aun más. 

Asedas admite en el comunicado en el que anunció el nombramiento de Duran i Lleida, que uno de sus cometidos será fortalecer la función de lobby: “La intensa actividad legislativa que en el ámbito autonómico, nacional y europeo se está desarrollando en torno al sector –que abarca, entre otros, asuntos como la economía circular, el consumo o las relaciones comerciales- constituye un aspecto de interés en el que el nuevo presidente de Asedas espera poder reforzar al máximo la labor de la asociación”.