Sube la tensión en el ERE de Caixabank para llegar a un acuerdo el 10 de junio
Habrá reuniones los días 1,2,7 y 8 de junio para intentar cerrar un acuerdo, pero no descartan tener que ampliar el plazo de negociación
Caixabank y los sindicatos han marcado la hoja de ruta para poder cerrar el ERE el próximo 10 de junio, tal y como indica le ley, que establece que las negociaciones formales deben tener una duración no superior a 30 días naturales.
La dirección del banco y los representantes de los trabajadores han acordado celebrar cuatro nuevos encuentros (los días 1,2,7 y 8) con este fin, pero no descartan tener que ampliar el plazo de negociación, si hay acuerdo entre las partes, ya que en este momento las posturas están muy alejadas.
Desde que la entidad anunció un despido colectivo para 8.300 personas el pasado 20 de abril, han celebrado una reunión semanal, habitualmente los miércoles. Pero ahora están en tiempo de descuento y por ello, han decidido elevar a dos el número de reuniones por semana.
A estas alturas el banco ya ha avanzado que recolocará a unos 500 trabajadores dentro del grupo y la mayor parte irán a CaixaBank Tech, la filial tecnológica. Sin embargo, se desconocen en que condiciones lo harán. Los sindicatos entienden que el salario será similar al actual, incluso contarán con un complemento, pero la empresa no lo han especificado.
“Se presupone que lo harán en el próximo encuentro, pero también que darían detalles este miércoles” explican desde UGT, y esto no ha sido así. En la reunión celebrada hoy en Barcelona, los representantes sindicales presentes en la mesa de negociación han hecho una contrapropuesta de las indemnizaciones que presentó el banco la semana pasada para los empleados que tengan que salir por el ERE.
El banco ha pedido un receso para hacer una valoración y tras este, la han calificado de “inasumible”, y ahora se emplazan a la primera reunión de junio para seguir tratando de acercar posturas ante la falta de tiempo.
“Les hemos pedido que tomen ejemplo de los avances de BBVA, que empezaron en la misma fecha y nos sacan ventaja”, añaden. En concreto, la representación laboral ha pedido de forma conjunta voluntariedad en las salidas y la eliminación del desequilibrio generacional.
También, que se fijen condiciones de salida dignas tanto para los mayores como para el resto, o se retomen las fórmulas de negociación de expedientes de regulación de empleo anteriores, y por tanto, que se rebaje el requisito de la antigüedad mínima.
Asimismo, insisten en que la homologación salarial entre los trabajadores de Bankia y Caixabank no puede retrasarse 5 años. En cuanto a las salidas, consideran que deben ser escalonadas hasta el 31 diciembre de 2023 y teniendo en consideración la edad del trabajador ese año establecen tres grupos.
El grupo A, para los nacidos en 1969 o antes, el 69% de la retribución total, aportación al plan de pensiones y no descontar de la indemnización el desempleo, póliza de asistencia sanitaria y cotización a la seguridad social hasta los 23 años.
El grupo B, donde se incluyen los nacidos en 1970, 1971 y 1972, el 64% de la retribución total, aportación al plan de pensiones, póliza de asistencia sanitaria, convenio con la seguridad social y sin descuento de desempleo.
Y el grupo C, para el resto de empleados, 45 días de salario sobre la retribución bruta total calculada a 12 meses, con un mínimo de 36 mensualidades.
Siguen las movilizaciones de la plantilla
El banco que preside José Ignacio Goirigolzarri dice que estas condiciones son inasumibles con el volumen de despidos actual, que tras las recolocaciones se sitúa en 7.791. Al tiempo, la empresa prepara un plan de recolocación para todos los que quieran reincorporarse al mercado laboral.
La reunión de este miércoles, la séptima desde que empezaron las negociaciones formales del ERE, han empezado con una concentración de delegados en Barcelona, frente al hotel donde se han reunido las partes, protestando por las condiciones que plantea la empresa. Estas protestas también se hicieron el pasado viernes en Madrid.
Las protestas por el ERE comenzaron el pasado 6 de mayo, cuando la entidad presentó los resultados del primer trimestre del año en Valencia. En esa ocasión los delegados sindicales se concentraron en la puerta del edificio del Banco de Valencia, donde se celebra este acto.
También durante la celebración de la junta de accionistas hicieron lo mismo en el Palacio de Congresos de Valencia. Aunque en esa ocasión, se sumaron decenas de empleados y familiares.
La razón de estas movilizaciones es que la plantilla no acepta el número de salidas propuesto por el banco. Los sindicatos entienden que tras la fusión entre Caixabank y Bankia haya solapamientos y tenga que haber una reestructuración, pero creen que la cifra de despidos no está justificada.
En este sentido, los sindicatos recuerdan el apoyo social y político que están recibiendo. Tanto del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, (lo hizo hace una semana en el Congreso Confederal de UGT), como de la ministra de Economía, Nadia Calviño, que ha llamado a los banqueros a ser prudentes o la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que incluso tuvo que avisar por carta para que se redujera el número de despidos.
En la reunión del día 19, Caixabank elevó del 50% al 60% el límite máximo de empleados mayores de 52 años que pueden extinguir su contrato. La entidad mantiene este límite como “medida necesaria” para preservar el equilibrio generacional y evitar que todas las salidas se concentren en el mismo tramo de edad.
También incrementó las indemnizaciones para aquellos que finalmente salgan del banco en función de los colectivos establecidos por edades. As los mayores de 63 años les ofreció 20 días por año trabajado.
A partir de 57 años (inclusive) el 50% del salario regulador hasta los 63 años; a los empleados de entre 55 y 57 años, 4,5 veces la mitad de su salario regulador (2,25 anualidades); y al resto de trabajadores, 30 días por año trabajado con un tope de 20 mensualidades.
Pero ni a los sindicatos le gustaron estas condiciones, ni al banco las que han propuesto ellos, así que vuelve a subir la tensión en el ERE.