STC gestó durante seis meses su asalto a Telefónica a espaldas de Sánchez y Pallete
La operadora saudí y Morgan Stanley llevan trabajando en la operación desde el primer trimestre y lo hacían en secreto "para evitar filtraciones que encarecieran el precio"
Saudí Telecom (STC) sorprendió al Gobierno español y a José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica, al revelarse como el principal accionista de la compañía de telecomunicaciones con una participación del 9,9%. Lo que ha sorprendido aún más es que esta operación se gestó durante más de seis meses sin que las autoridades ni el propio Pallete tuvieran conocimiento de ello.
La operadora saudí, en colaboración con el gigante financiero Morgan Stanley, ha estado trabajando sigilosamente en esta operación durante meses. Según han informado varios medios de fuentes de STC, «han sido muchos meses de preparación y había terror a avisar con demasiada antelación al Gobierno de coalición y que eso implicara filtraciones que encarecieran el precio, complicaran la operación y la echaran por tierra, pese a que creemos que es buena para Telefónica y no supone ningún intento de control».
La estrategia de STC Group culminó con la compra final de acciones en las últimas horas de agosto. A esto le siguió una serie de llamadas a figuras clave, incluyendo a Moncloa, el presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura, y el propio presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, todo ello al cierre del mercado.
La decisión de no notificar previamente al Gobierno se atribuye a la cautela por parte de STC Group, temían que una divulgación anticipada pudiera generar filtraciones y complicar la operación, a pesar de que insisten en que su intención es beneficiar a Telefónica y no tomar el control de la empresa.
«Han sido muchos meses de preparación y había terror a avisar con demasiada antelación al Gobierno de coalición y que eso implicara filtraciones que encarecieran el precio, complicaran la operación y la echaran por tierra, pese a que creemos que es buena para Telefónica y no supone ningún intento de control», afirman.
Las voces del Gobierno
El Gobierno español, conocido por su dificultad para mantener secretos controvertidos, reaccionó de manera diversa. La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, destacó la facultad legal para autorizar inversiones extranjeras en empresas estratégicas y no mostró hostilidad hacia STC Group.
«Telefónica es evidentemente una empresa estratégica para nuestro país y desde el Gobierno aplicaremos todos los mecanismos que sean necesarios, teniendo siempre en mente y de forma prioritaria la defensa de los intereses estratégicos de España», declaró Calviño en Bruselas.
Mientras tanto, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, consideró la inversión como «una apuesta por España, de confianza en nuestras empresas y en una de las principales compañías como es Telefónica».
Sin embargo, Yolanda Díaz pidió un endurecimiento de las normas para limitar inversiones extranjeras en empresas españolas, especialmente en aquellas que manejan datos sensibles. «Es necesaria una mejor regulación y una protección», aseguró en su cuenta oficial de redes sociales.
Sánchez, impasible
A pesar de esta sorpresa, fuentes de la Moncloa aseguran que, el presidente español, Pedro Sánchez, no tiene previsto pedir explicaciones al príncipe heredero saudí en la próxima cumbre del G-20.
Por otro lado, José María Álvarez-Pallete se reunirá en Riad con el consejero delegado de STC, Olayan Alwetaid, para discutir la posible presencia en el consejo de administración de Telefónica.