¿Sobrecostes? La M-30 costará el doble que el Canal de Panamá
Los madrileños pagarán casi 7.000 millones de euros por la obra. Gallardón eligió la oferta de ACS-Ferrovial, la segunda más elevada
La M-30, la vía de 32 kilómetros que rodea Madrid, costará al Ayuntamiento casi 7.000 millones de euros, que serán pagados en cuotas hasta el 2040 y con altos intereses de financiación. Es el doble de lo que Panamá pagará a Sacyr por la ampliación del canal, de 77 kilómetros, que une el océano Atlántico con el Pacífico y que supone la obra civil más importante del continente americano en los últimos años. El contrato panameño fue adjudicado por algo menos de 4.000 millones de euros.
Sacyr ha encendido los ánimos en el istmo por reclamar 1.200 millones de euros al Canal de Panamá por los “sobrecostes” aparecidos durante la ejecución de la obra, lo que prácticamente ha desatado una crisis diplomática entre ambos países. Pero en Madrid, el desvío presupuestario de la M-30, ejecutada por las empresas de Florentino Pérez (ACS) y Rafael del Pino (Ferrovial, investigada en Catalunya por las irregularidades del caso Palau), ha sido avalado por las contratistas y la administración.
Cálculos triplicados
A mediados de la década pasada, cuando la obra insigne del ex alcalde Alberto Ruiz Gallardón (PP), solo era una realidad en los planos, el Ayuntamiento presentó la primera cifra de la M-30: “unos 2.000 millones de euros”. Un año después, el contrato se adjudicó por 2.500 millones, pero en julio de 2005 el coste había ascendido hasta los 3.500 millones. Eso sí: el gobierno local hizo entonces una aclaración: a la cifra, había que sumarle el IVA.
Pero la sorpresa mayúscula llegó el 25 de octubre de 2011 cuando el entonces concejal de Hacienda, Juan Bravo (hoy cargo de confianza en el ministerio de Justicia), presentó ante el pleno municipal el traspaso de la deuda de la empresa público-privada encargada de la obra (participada por ACS y Ferrovial) al Ayuntamiento.
2.000 millones
El concejal, conocido peyorativamente entre la oposición municipal como “el mago de las finanzas”, presentó la subrogación como un alivio para las arcas municipales. “El Ayuntamiento ahorrará 90 millones de euros anuales”, dijo Bravo.
El portavoz de UPyD, David Ortega, acusó al Ayuntamiento de generar en aquel momento un sobrecoste de 2.000 millones de euros, el doble de lo que reclama Sacyr al Canal de Panamá. Finalmente el plan de ingeniería financiera de Gallardón disparó la deuda hasta los 6.700 millones de euros: 222 millones anuales hasta el 2040. Los socialistas han calculado que el importe total, incluyendo intereses, alcanzará los 12.000 millones de euros.
La segunda oferta más cara
La obra de la M-30 fue adjudicada a ACS y Ferrovial en la primavera de 2005. La oferta presentada por ambas empresas fue la segunda más cara. A pesar de ello se impuso a los otros tres grupos aspirantes: Sacyr-Itinere, FCC-Iberpistas y Acciona. “No era una subasta. Elegimos a los ganadores por su propuesta técnica”, justificó entonces el concejal de Hacienda.
La M-30 se ha convertido en el principal generador de deuda de Madrid, que ha tenido que pedir tres rescates al gobierno central. Hasta el 2013, el Ayuntamiento había pagado casi mil millones de euros anuales solo en intereses y amortizaciones para hacer frente a los grandes proyectos urbanísticos de los últimos años. Es el triple de lo destinado a políticas sociales.