»Sin los Iranzo, Clos, Cottet o Bagués no se entendería el poder comercial catalán»
Hasta 50 empresarios, cuyas historias se recogen en 'Capitans del Comerç', asumen la responsabilidad con sus ciudades, y consideran que las trabas administrativas se han incrementado en exceso
La figura de «l’hereu», del que hereda la gran parte del patrimonio. «Eso provocó, en gran medida, la grandeza del poder económico catalán». Lo asegura el periodista y escritor Joan Safont, que ha reunido las historias de 50 empresarios del comercio catalán, en el libro Capitans del Comerç, historia viva del pasado reciente de Cataluña. «Sin los Iranzo, Clos, Cottet, o Bagués, entre otros muchos, no se entendería el poder comercial catalán», asegura, con la convicción de que ha rescatado las vivencias de familias que, hasta ahora, no querían ofrecer sus experiencias en público.
El obstáculo como oportunidad
De la barbería a un centro de estética
Emprendedores hechos a sí mismos
Hay historias de inmigrantes, de personas que se hacen a sí mismas, como las de Amancio López, que ha creado un imperio con Hotusa. López, gallego de origen, con 18 años trabaja en Mallorca, y llega a Barcelona, donde se gana la vida desde pintando a repartir cartas por los buzones, mientras se va especializando, poco a poco en el mundo del turismo y la hostelería.
Otra experiencia personal es la de Enrique Tomás, nacido en una familia originaria de Oriola, en Alicante. Con sólo 16 años, Tomás ayuda en el mostrador en la tienda en el mercado de la Salut, en Badalona. La charcutería se irá especializando en jamón, hasta hacer de ello un arte.
Tras el fútbol, una tienda de deportes
Y otras son entrañables. A muchos futbolistas les pasó de todo. A pesar de ganar dinero, aunque no el que se gana ahora, acababan con problemas económicos tras arruinarse con los negocios que impulsaban. No fue el caso de Benito García Cano, a pesar de muchas penalidades, que fichó por el Barça pocas semanas de que se acabara la Guerra Civil. Formaba parte de una alineación que se hizo querer: Miró, Zabala, Benito, Raich, Rosalench, Franco, Sospedra, Escolà, Mariano Martín, Balmanya, Valle o Bravo.
En 1943 Benito fundaría una tienda de deportes, junto con Mariano Martín, en la Avenida de la luz, de Barcelona. Ahora, su hijo, Benito García Debora, ha levantado Benito Sports, una cadena de tiendas multimarca.
Safont se queda con esa idea del esfuerzo, que domina en las familias del comercio catalán. «El lema es el sacrificio y el trabajo constante, y eso ha permitido a muchos de ellos continuar», asegura. Benito García Debora lo resume en la entrevista: «Vivir para el negocio, no del negocio», siguiendo el espíritu de su padre, un trabajador del fútbol.